Título: Yo antes de ti
Autora: Jojo Moyes
Editorial: Suma de Letras
Año de publicación: 2014
Páginas: 496
ISBN: 9788483656266
Llevaba
casi un año viendo reseñas que hablaban maravillas de esta novela.
Y, lo más importante para mí, Inés y María me la habían
recomendado, y me fío muchísimo del criterio de estas dos lectoras,
blogueras y, por encima de todo, amigas. Y ahora, después de haber
devorado esta historia, entiendo las buenas críticas y no puedo más
que darles las gracias por recomendarme una novela con la que he
disfrutado muchísimo y que, por mi parte, recomiendo sin duda a todo
el mundo porque creo que es muy difícil que no le guste a alguien.
Los
protagonistas absolutos de esta historia son Lou Clark y Will
Traynor. Lou es una joven de 26 años que acaba de perder su trabajo
en la cafetería The Buttered Bun. Un trabajo sencillo, fácil y que
ella adoraba. Le encantaba el trato con los clientes. Porque si algo
se le da bien a Lou es tratar con la gente. Eso, y mantener a su
familia. Su padre pende de un hilo en la fábrica en la que trabaja,
su madre es ama de casa y con ellos vive también su hermana Katrina
y su sobrino Thomas. Ella es la adulta, la responsable, la que
siempre arregla todo.
Lou
es inteligente, pero le falta confianza en sí misma y, sobre todo,
ambición. Prefiere refugiarse en las rutinas, en Storfold, su
pequeño pueblo turístico gracias al castillo, ni se plantea
intentar cambiar o mejorar su vida. Cambiar de trabajo, ir a la
universidad... eso no es para ella. Lo mismo piensa Patrick, su
novio. Un joven obsesionado con el running.
El Hombre Maratón. Tiene una empresa de entrenadores personales y
vive por y para el deporte y la vida sana. Es egoísta e inmaduro y
no lo he tragado en ningún momento, para qué os voy a engañar.
Will
tiene 35 años y hace dos una moto lo atropelló mientras iba al
trabajo y lo dejó en una silla de ruedas, tetrapléjico. Adiós a
los deportes de riesgo, a su novia, a su trabajo de ejecutivo y, en
definitiva, a su vida. Ha tirado la toalla, ha perdido las ganas de
vivir, de salir de casa, de hacer cualquier cosa. No tiene ilusión.
Está amargado, derrotado, consumido.
Es
solitario, cínico, borde, cruel, no le importa nada ni nadie. Su
familia está desesperada, ya no sabe qué hacer para ayudarle. ¿Cómo
ayudar a alguien que no quiere ayuda? Esa es la pregunta que Lou se
plantea una y mil veces cuando comienza a trabajar como cuidadora de
Will.
Los
dos son polos opuestos. No tienen absolutamente nada en común. Tengo
que reconocer que al principio odiaba a Will con las mismas fuerzas
con las que al final lo adoraba. No soportaba lo mal que trataba a la
pobre Lou, a la que, por el contrario, cogí muchísimo cariño casi
desde la primera página.
Eso
es precisamente lo que logra la autora con una gran maestría.
Hacernos odiar, amar, reír, llorar. Hacernos sentir. Porque esta
historia no se lee. No se imagina, se visualiza o se vive.
Simplemente se siente. Sentimos la impotencia, el desconcierto, la
rabia de Lou cuando fracasa una y otra vez en sus intentos de ayudar
a Will.
Y,
por supuesto, sentimos con una fuerza aplastante el dolor, la
tristeza, la soledad, la angustia de Will. Sus desproporcionados y al
mismo tiempo comprensibles enfados cuando ve que nadie, ni Lou, ni su
madre, ni su padre, ni su hermana, nadie, logra ponerse realmente en
su lugar. Todos intentan ayudarle, pero nadie se plantea ni por un
segundo que quizá lo que ellos quieran sea lo mejor para él, pero
no lo que él quiere. Por eso, para él, todos son un hatajo de
imbéciles que no saben respetar su voluntad.
Es
una novela que nos habla de un tema duro, para mí hasta entonces
desconocido, complejo pero, por increíble que parezca, la autora
logra tratarlo con un estilo tan cercano, sencillo, desenfadado que
la lectura es una delicia. Una historia que, al contrario de lo que
yo creía antes de leerla, no es una historia de amor. O al menos no
es solo eso. Es muchísimo más.
Una
historia que me ha encantado y cautivado de principio a fin. Me ha
sorprendido, me ha hecho disfrutar y, por encima de todo, me ha
conmovido y emocionado. Me ha movido algo dentro, muy dentro. Una
historia divertida, tierna y, con la misma fuerza, brutal y
desgarradora. De las que nos hacen reflexionar y siguen en nuestra
cabeza muchos días después de haberla terminado con lágrimas en
los ojos.
Con
una tremenda pena por tener que despedirme de estos personajes
inolvidables que ya eran como de la familia. Una historia de amor,
sí, pero también de sacrificio y de renuncia. Y al acabarla, además
de recomendarla, no dejo de preguntarme ¿cómo he podido estar tanto
tiempo sin leer esta obra maestra? Miro la novela y pienso, ¿qué
lectora era yo antes de ti?
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