Hay mucha literatura sobre comunicación, todo el mundo ensalza la importancia de la comunicación, todos hablamos de la comunicación mas no por hablar mucho de algo estamos capacitados en su significado. Los hay, que desde sus empresas tratan de persudirnos para acercarnos a sus mensajes ¿lo consiguen?
Apoyándome en Ferdinand de Saussure os propongo un juego: pensad en lo siguiente ¿qué es la comunicación. Supongo que las imágenes mentales que os asaltan son muy diferentes. Me explico: habrá quien vea una televisión, un periódico, una pantalla de ordenador… muchas imágenes para un mismo concepto
Las empresas, los partidos políticos, las instituciones, los medios de comunicación todos quieren comunicar algo ¿lo consiguen? ¿consiguen persudirnos?
Estamos en una encrucijada, por una lado nunca antes en la Historia de la Humanidad hemos tenido acceso a tanta información, por otro lado, nadie nos ha enseñado qué hacer con toda esa información. Esa información forma parte de la comunicación.
George Lakoff, en el prólogo de su libro “No pienses en un elefante” nos advierte: “Los marcos son estructuras mentales que conforman nuestro modo de ver el mundo”
¿qué quiere decir? Simplificando podríamos convenir que las palabras y las imágenes que se configuran en nuestro cerebro son muy diferentes, las de los unos y los otros, y que no todos los mensajes llegan con la misma intención con la que fueron creados. Según Lakoff: “… todas las palabras se definen en relación a marcos conceptuales”
Pongamos un ejemplo: piensa en tu mejor amigo o en tu mejor amiga. Piensa en esa persona con la que crees que te comunicas incluso cuando no estáis hablando. Es cierto que os unen muchas emociones, tal vez incluso compartís muchas filias y alguna fobia. ¿ya tienes a esa persona en mente? Perfecto. Propón una palabra y pide que te explique qué emociones le provoca, qué recuerdos le evoca. Observarás que las palabras, aún teniendo acepciones concretas y definidas por los diccionarios, a veces estas definiciones se alejan de nuestra imagen mental.
Dicho todo esto, me embarco en la tarea de decir que tú y yo nos comunicamos. ¿en serio?
Ahora mismo hay muchas empresas que dicen comunicarse con nosotros, nos llaman, nos atosigan, nos lanzan sus campañas de publicidad. Nos toman como elementos pasivos de su concepto de comunicación. Algo muy parecido les ocurre a nuestros políticos: se preocupan por nuestra cotidianeidad, quieren establecer vínculos comunicativos, mas en una sola dirección: YO HABLO TU ESCUCHAS
Creemos que tener la facultad o la habilidad de comunicarnos es suficiente, pensamos que al disponer de mucho dinero para campañas de publicidad nuestro mensaje va a llegar mejor, seguimos pensando que comunicar es sólo hablar.
La verdadera comunicación empieza en el deseo, en la autentica necesidad de comunicar porque TÚ ME IMPORTAS.
Que bien, al fin he encontrado una empresa o un partido político que me dice TÚ ME IMPORTAS. Mas la realidad de la comunicación no es así.
¿cómo puedo ser importante para alguien que no se preocupa en conocerme? ¿cómo puedo importar a alguien que nunca se ocupa de mis opiniones? ¿cómo puedo confiar en ellos?
En realidad muchas empresas parece que en su metalenguaje nos dicen: Ten en cuenta, que yo como empresa o partido político, en realidad no comparto intereses contigo, porque tú no eres más que un elemento posibilitador para conseguir mis fines. Asúmelo.
Os recomiendo, cada vez que queráis comunicar que utilicéis esta fórmula diseñada en el programa de comunicación de Yale, aportado Smith, Lasswell y Cassey- El modelo de las 5 W. Who says What to Whom trouugh Which channel with What effect?
¿quién dice qué, a quién, mediante qué canal y con qué efecto?
Hace poco he visto y analizado un vídeo realizado por una organización política. Supuestamente pretende hablar de sus bondades, eso sí lo hace dando palos a diestra y siniestra (a derecha e izquierda) consiguiendo un EFECTO totalmente contrario al núcleo de su pretendido, que no conseguido, mensaje.
A mi entender, queriendo realizar un mensaje bilateral, se han quedado en un burdo mensaje unilateral dirigido excusivamente a los más afectos, los mismos que secuestrados por su simpatía, carecen de autoridad crítica frente al mensaje.
¿qué querían decir?
¿a quién va dirigido? ¿a afectos o desafectos?
¿han persuadido?
El efecto conseguido ha sido un boomerang, ha provocado en no pocos lo que se conoce como disonancia cognitiva.
Voy terminando, eso sí recordando qué es lo que entiende nuestro diccionario sobre uno de los conceptos que hemos abordado: persuadir:
1. tr. Inducir, mover, obligar a alguien con razones a creer o hacer algo.
No basta con querer comunicar, hay que saber hacerlo.
Te imaginas que empezamos a comunicarnos con asertividad, que la comunicación fuese una necesidad real para compartir anhelos, te imaginas que hay coherencia entre mis palabras y mis actos. Ese es el comienzo.
¿empezamos a comunicar?