Revista Espiritualidad

Yo creo que todos tenemos problemas personales. SILO 1973

Por Ebass

Yo creo que todos tenemos problemas personales. Y como todos tenemos problemas personales no vamos a gastar tanta energía en ir solucionando cada problema personal que tengamos. Muy bien, tenemos problemas personales, ¿y con eso qué? Si no es lo importante. A ver si me explico.

De manera que si una persona tiene problemas personales, no veo que haya que andar haciéndole notar esos problemas personales, o andar "persiguiéndola" para que mejore esos problemas personales. ¡No! Ese es un parche, es un remiendo, es tomar el rábano por las hojas. Aquí no se trata de observar qué problemas personales tiene cada individuo. Aquí se trata de que cada individuo tenga un ámbito y tenga herramientas adecuadas para poder trabajar y él mejore sus problemas personales.

Pero nosotros no somos supervisadores de nadie, inquisidores de nadie, que nos andemos preocupando por lo que el sujeto hace o deja de hacer. Nosotros damos herramientas, instrumentos de capacitación para que la gente mejore internamente. De manera que los problemas personales también ellos, aunque existan, si la cualificación es mayor, estos problemas, aunque existan no vienen a cuentas, no se notan desaparecen, mueren para el conjunto, aunque el sujeto pueda seguir considerándolos individualmente.

De manera que no se trata tampoco ni siquiera de luchar contra los problemas personales, los problemas personales desaparecen cuando la gente participa, cuando la gente tiene en qué trabajar, cuando la gente entiende al sistema, cuando la gente se cualifica. Los problemas personales aumentan cuando existe cerco.

Si en esta habitación, en vez de estos pocos que estamos hubiéramos 15 personas y la habitación fuera más pequeña todavía, y nos cortaran el agua y la luz empiezan a surgir los problemas personales de tal modo que a los dos días nos comemos los unos a los otros. Eso es evidente. ¿Y quién tiene la culpa? ¡Nadie tiene la culpa!, ¡si es un problema de ámbito! es un problema de estrechamiento. En el estrechamiento y en la falta de actividad, y en la falta de abastecimiento, y en la falta de comunicaciones, en ese tipo de situaciones surgen los problemas personales. ¿Y quién tiene la culpa? ¡Nadie tiene la culpa! Por supuesto, que saldría Juan diciendo: “¡no me gusta cómo me miras!”, y Pedro le respondería: “¡y la forma que llevas tus pantalones...!” Y al poco tiempo tenemos una guerra interna. ¿No es cierto? Pero, ¿de quién es la culpa? No es de Juan ni de Pedro, esos son factores catalizadores, factores de momento, reemplazables. Pueden ellos o pueden ser otros. El problema es estructural y también es un problema de proceso, de momento de proceso. Esto es muy claro, veo yo.

Yo creo que todos tenemos problemas personales. SILO 1973

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LOS COMENTARIOS (3)

Por  Lic. Alfonso Germán Arreola Trejo
publicado el 18 junio a las 04:59
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Las mentiras, la desconfianza, y los engaños, son “representaciones” de lo que no existe. Por eso, hay desconfianza de unos y otros. La equidad en las relaciones de intercambio de bienes y servicios; la atención a los derechos, obligaciones y necesidades de todos, así como una verdadera cooperación internacional al servicio de una libertad responsable para el común, es posible y debemos procurarla.

Por  Lic. Alfonso Germán Arreola Trejo
publicado el 08 mayo a las 06:04
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"Todos tenemos problemas personales" PERO Cuando un grupo humano genera o adopta puntos de referencia comunes, DE MANERA RESPONSABLE Y RAZONADA, aparece lo que llamamos “sentido común” y el bienestar personal, familiar y general, se hace realidad mediante una labor educativa que se implanta para posibilitar a todos su pleno desarrollo. Ese bienestar general, incluye el propio bienestar, y si se inculca en todos la idea de actuar para que se haga realidad, el mundo puede convertirse en un verdadero paraíso. Por eso, el gobierno, debe procurar la cohesión, unidad y organización de todos los ciudadanos. La persona concreta, la familia, y los cuerpos intermedios, no están en condiciones de alcanzar por sí mismos su pleno desarrollo; sin las instituciones cuya finalidad es hacer accesibles los bienes necesarios para gozar de una vida auténtica. En el “Metro” de la ciudad de México, siguiendo unos cuantos símbolos muy fáciles de interpretar, hasta un analfabeta llega al lugar que quiere. El hombre individual y los productos del “hombre colectivo” son perfectibles. El pensamiento individual, va dando lugar a leyes o normas comunes; pero todos los seres humanos, nacemos con cualidades que se compensan, y que, consideradas en conjunto, posibilitan ese bienestar. Hay entre cada uno de nosotros, enormes diferencias, y hay que comparar y calificar las consecuencias de nuestros actos y los de otros como deseables o no, hasta formar esas reglas comunes que posibilitan el acuerdo y la convivencia armónica. Para lograr todo esto, el único camino es la educación progresiva de la comunidad, y quienes hayan comprendido ya la verdad, irán convenciendo a los otros de ella, hasta establecer LO MEJOR POR SUS RESULTADOS, Y TERMINAR ASÍ CON EL DESEMPLEO Y LA POBREZA.

Por  Roberto
publicado el 02 abril a las 04:17
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En si los problemas personales se hacen problemas en el momento que uno se toma la molestia de repasarlo una y otra vez, es decir, mientras esté pensando en lo que le pasó, nunca va a dejar de tenerlo presente.

Hay procesos que se encargan de desaparecer esos males en minutos, a mucho en horas, pero en todo caso, la persona si toma atención de que es lo que le molesta, sólo es cuestión de cambiar el proceso y nada más.