Texto original escrito por Ana. Sígueme en Twitter.
El viernes pasado los reté a dejar de comer aquel alimento que consideraban imprescindible en su vida durante una semana. El objetivo era practicar el desapego y observar nuestras reacciones ante ello.
Hoy que se ha cumplido el plazo, me encantaría que compartieran con todos su experiencia.
- ¿Qué alimento eligieron?
- ¿Notaron algún cambio en su cuerpo?
- ¿Qué descubrimientos y/o reflexiones hicieron?
- ¿Retomarán el consumo de dicho alimento?
- ¿Cuáles son sus conclusiones?
El objetivo de este ejercicio es generar consciencia al comer y retomar el control de nuestra alimentación.
Cuando sentimos que no podemos vivir sin X alimento, le estamos otorgando el control de nuestra vida. Creemos que es imprescindible e insustituible. Incluso a sabiendas de que es dañino consumirlo, pensar en dejarlo nos causa sufrimiento y estrés.
Quiero apuntar dos cosas:
- Apego no es igual a gusto. Cuando algo nos gusta mucho disfrutamos al máximo comerlo, pero no sentimos angustia cuando no lo consumimos. Es más, podemos pasar mucho tiempo sin comer algo que nos encanta y no por ello sufrimos. La diferencia está en que el apego nos lleva al dolor y el gusto al placer.
- El apego puede ocurrir con alimentos sanos o chatarra. En ambos casos el problema se encuentra no en el alimento en sí, sino en la actitud hacia el alimento.
¿Cuál es el problema del apego?
- Que nos limita, cierra nuestras posibilidades, elimina la creatividad.
- Nos vuelve monótonos: comemos siempre lo mismo, compramos las marcas de siempre.
- Causa deficiencias nutricionales. La variedad es clave para recibir los diferentes nutrientes que el organismo requiere.
- Nos puede conducir a hábitos dañinos para la salud.
- Genera dependencia. Sentimos que nuestra productividad depende de si tomamos café o no. Nuestra salud de si comemos yogurt o no.
¿Cómo romper el desapego?
ELIGIENDO
Antes de comer reflexiona:
- ¿Realmente necesito este alimento?
- ¿Tengo hambre o es ansiedad/aburrimiento/tristeza….?
- ¿Verdaderamente me gusta este alimento?
- ¿Comer este alimento beneficia mi salud? ¿Es lo que mi cuerpo necesita?
- ¿Qué otras opciones tengo?
El objetivo del ejercicio no es que dejen de comer el alimento que eligieron forzosamente. Sino que dicha decisión sea consciente y para nuestro beneficio.