

Te pasas meses documentándote, y a la hora de empezar a escribir descubres que no tienes la mitad de la documentación que necesitabas.Te rompes la cabeza para buscar un título genial, bonito, inspirador... Y resulta que ya alguien tiene una novela titulada igual.Quieres crear personajes inolvidables, atractivos, interesantes, adorables... Y luego lees el último éxito llegado de América y te entra tal complejo de inferioridad que dudas si cortarte las venas o dejártelas largas.Luchas día a día con el argumento, con la historia de tus protagonistas, con el desarrollo de cada capítulo y cada escena, para que al final terminen rebelándose o revelándose (ambas cosas a veces a la vez), y haciendo lo que les da la santa gana.Y por fin, un día, escribes la palabra FIN.Y entonces no has hecho más que empezar. Porque llegan las relecturas, las correcciones, el "limpia, fija y da esplendor" que ya quisiera la RAE. Y las dudas.Un millón de dudas.Y algunos siglos después, una editorial confía en tu manuscrito, y llega ese día glorioso en que tienes a tu nuevo hijo entre tus manos. Y llega la hora de enseñarlo al mundo y esperar las críticas.Y entonces, alguien te oye en una presentación, o te lee, y te dice que le ha sorprendido tu "cultura".¿¿¿¿¿PERDÓN????A ver, vayamos paso a paso. A esta Soberbia, que lo sepáis, no se le pueden decir halagos con doble sentido, porque siempre se va a quedar con el peor de los dos.Si me dices que te sorprende mi cultura, lo que estoy entendiendo es que dabas por sentado, antes de conocerme o de leerme, que era una inculta.Claro, porque escribo novela romántica, ¿no?Pues eso. Tres veces en pocos meses he tenido que escuchar esa expresión.Y me pone de los nervios.Así aquí va mi declaración de principios, alto y claro, para a ver si os enteráis bien todos de una vez.Escribir novela romántica es muy complicado, porque las lectoras son muy exigentes, y enseguida saben si les estás dando gato por liebre. Si encima, para complicarte un poquito más la vida, resulta que el género que te gusta es la histórica, la complicación se multiplica por diez. Hoy en día cualquiera, con un ordenador, puede saber si has metido la pata y hasta donde la has metido. Eso te obliga a afinar mucho. Eso y tu propia autoexigencia, la mía es altísima, lo que conlleva años para terminar una historia y darla por buena.Eso para que luego alguien te diga lo de "esas novelitas románticas".Miré usted, novelitas hay muchas, en todos los géneros. Hay mala novela negra, mala novela histórica, mala novela fantástica y mala novela romántica. Sí, claro que sí. Pero, dar por mala, por "simple" o "fácil" la novela solo por el género al que pertenece, eso sí que no se lo permito ya a nadie.Yo sé el trabajo que supone escribir una buena novela, y puedo reconocerlo en las obras de mis compañeras, así como también puedo reconocer al autor que no se toma el mínimo esfuerzo por entregar un trabajo decente.Y por eso, porque trabajo mucho, estudio mucho para documentarme, y procuro pulir día a día mi escritura y todas las herramientas a mi alcance para llevar a buen fin mis historias...Por eso te digo que ...YO ESCRIBO LITERATURA ROMÁNTICA Y SOY INTELIGENTE Y CULTA.Y como los espartanos, le pregunto al que aún duda de esta profesión: Tú, el de ahí, ¿cuál es tu oficio?
