“Yo estoy bien, tú estás bien” es más que una frase de Eric Berne, creador inicial del Análisis Transaccional, es una teoría que considera que las personas están bien por naturaleza, siendo la programación posterior en la infancia lo que crea las neurosis y trastornos psicológicos de diversa índole.
Desde la posición de “Yo estoy bien, tú estás bien”, las personas podemos establecer relaciones emocionalmente sanas y equilibradas, según la teoría de Berne. Se trata de una tesis totalmente revolucionaria en cuanto a la psiquiatría y psicología tradicional, que considera a las personas como “enfermos”, pacientes a los que hay que tratar y curar, debido a que los humanos son débiles y “enfermos por naturaleza”.
En cambio, la tesis de Berne considera que son las circunstancias externas las que condicionan que la persona enferme o se trastorne, ya sea debido a la educación, la sociedad, los padres, etc. De esta idea nace el famoso aforismo de Berne:
“Las personas nacen príncipes y princesas hasta que sus padres los convierten en ranas.”
La psicología de Berne deja de echar la culpa a la persona por sus problemas y trastornos, elevando a la persona a la categoría de ser completo e inteligente, cuya actitud es fundamental para su curación. No es así el psicólogo el que cura al paciente, sino que es uno mismo quien participa en su curación, siendo el psicólogo o coach un canal para la “sanación” de la persona a través de la toma de conciencia de su situación y su habilidad para encontrar la manera de solucionar sus propios problemas.
La clave de esta tesis de Berne es que internamente la gente no tiene ningún problema innato, sino que el origen de los conflictos o trastornos está en las transacciones que se dan entre los individuos, cuyas causas tienen origen en “influencias opresivas externas”, debidas a la vida en la sociedad, con sus normas, prejuicios, rigideces e imposiciones.
Retomando la frase “Yo estoy bien, tú estás bien”, las personas se vuelven infelices y menoscaban sus relaciones cuando cambian el centro que supone esa frase a una de estas otras: “Yo estoy bien, tú no estás bien”, “Yo no estoy bien, tú estás bien” o “Yo no estoy bien, tú no estás bien”.
La teoría de los guiones de vida de Berne en que las personas viven vidas predeterminadas, es una de las aportaciones más importantes de su Análisis Transaccional, basado en las compulsiones o comportamientos repetitivos aprendidos desde la infancia. Como las personas somos influenciadas desde nuestra niñez, perdemos el centro auténtico del “Yo estoy bien, tú estás bien”, lo que conlleva que nuestro guión de vida se predetermine desde una posición que imposibilita que salga nuestro máximo potencial.
Como la psicoterapia tradicional considera frecuentemente que el problema de la persona está dentro de ella, y no fuera, y que es incapaz de controlar ni comprender sus trastornos, muchas personas son reacias al tratamiento psicoterapéutico y rehuyen todo lo que tiene que ver con la psicología. No es de extrañar, cuando el caso es que hay personas que no tienen ningún problema interno, sino que sus trastornos son consecuencia de las transacciones originadas en las relaciones con otras personas, cuando estas transacciones no suceden con autenticidad y positividad, sino como consecuencia del contexto social que les ha tocado vivir.
Sin duda “Yo estoy bien, tú estás bien” es la actitud que de entrada posibilita el éxito en las relaciones, en el sentido de tener en cuenta que en esencia todos estamos bien. Por supuesto, no hay que olvidar que las influencias del exterior producen trastornos en el comportamiento y las acciones de las personas, lo cual nos hace ver que, aunque las personas estarían bien por naturaleza, no lo están siempre debido a la vida en la civilización.
¿Te relacionas desde la posición “Yo estoy bien, tú estás bien”?
Vía|Books.google.es
Más información|Análisis Transaccional
Imagen cortesía de |Freedigitalphotos.net