Yo, fatty

Alguno estará pensando que vaya morro que tengo, que pongo a leer a los demás y no hago ni una reseña. Pues no, gente de poca fe. Sigo leyendo, lo que ha sucedido es que la mayoría de los libros que han pasado ante mis ojos las últimas semanas no han sido novelas. Pero esto lo soluciono yo en una semanita. Y así, de vuelta a la narrativa me lancé sobre un libro que llevaba tiempo esperando: "Yo, Fatty" de Jerry Stahl, publicado en España por Anagrama.Es una biografía en primera persona del cómico Roscoe "Fatty" Arbuckle, primer actor norteamericano ganador de un millón de dólares y protagonista (a su pesar) del primer escándalo judicial, de carácter sexual, de la industria del cine en Estados Unidos. Fatty, que durante la segunda década del siglo XX fue ídolo de masas, cayó en desgracia al ser acusado por la supuesta violación y asesinato de la actriz Virginia Rappe. Digo supuesta, porque en el tercer juicio al que lo sometieron fue absuelto con honores( los dos primeros fueron declarados nulos). La prensa del momento, encabezada por el controvertido William Randolph Hearst vapuleó a Roscoe y ensalzó la figura de la señora Rappe manipulando e inventando cualquier cosa que convirtiera al infeliz actor en el ser más odiado del momento. Llega el punto en el que una no sabe si este señor mató o no a la desdichada actriz, pero la lapidación moral a la que fue sometido por los medios acabó provocando que durante muchos años no pudiera volver a trabajar.La novela de Stahl comienza echándonos el lazo, engañándonos sobre como llega a sus manos un supuesto manuscrito escrito por el propio Roscoe, dictado a su criado japonés Okie bajo la influencia de las drogas. Esa es la excusa para llevarnos a la vida de Roscoe en primera fila. Sufriremos el odio de su padre, sus malos tratos y abandono. La muerte de su madre, sus tumbos y la forma de comenzar a ganarse las habichuelas cuando todavía era un niño. Entraremos en el mundo del vodevil y haremos del mayor de nuestros complejos el centro de nuestro éxito. Beberemos hasta la extenuación, nos drogaremos. Conoceremos a Chaplin, Keaton (al que el autor, pone por las nubes), Mabel Normand, Mack Sennet...la fauna más primitiva del Hollywood recién parido. Trabajaremos como bestias, nos drogaremos e iremos directos al infierno judicial, pisaremos la cárcel. Acompañaremos a Roscoe, hasta el 29 de junio de 1933, día en que murió. Estaba a punto de volver al mundo de los largometrajes, por la puerta grande, de "Yo, Fatty" cuesta 20 euros. Ahora me lanzaré sobre esos zombis que me recomendáis, o tal vez sobre un mundo sin máquinas, o sobre una chica primitiva. No sé, no sé... también puedo esperar al viernes para descubrir vuestra nueva sugerencia.