Después de un muy poco prolífico año en entradas, y por desgracia también en lecturas, he decidido cambiar el paso y dedicarle más tiempo a esta pasión que tenía un poco olvidada. Espero, queridos lectores, que sepáis perdonarme.
He empezado el año 2019 con varias lecturas, pero en lo que a libros bélicos se refiere (aunque aquí también englobo libros de Historia), he leído sólo uno, y no es otro que el último ganador del premio Planeta, Yo Julia, del profesor Santiago Posteguillo.
Llevo leyendo a Posteguillo desde que publicó su primera trilogía sobre Escipión el Africano allá por 2009 creo. Y he decir que, tanto la trilogía sobre Escipión, como la que escribió sobre Trajano, me gustaron mucho. Pero, en el caso de la novela que nos atañe en la entrada de hoy, no he salido tan entusiasmado. No es que la forma de escribir del autor haya empeorado. Es simplemente por el personaje en cuestión, que no le he pillado el punto.
Aureo con la efigie de Julia Domna
Julia Domna fue la esposa del emperador Septimio Severo, que estuvo al frente del imperio entre los años 193 y 211, que fue el primer emperador de la dinastía de los Severos. En Yo Julia, el autor nos cuenta el ascenso al poder de este emperador desde la perspectiva de su mujer. Una noble de origen siria, que se casa con este noble romano, nacido en Leptis Magna, en el norte de África y que desarrolla su carrera hasta alcanzar la posición de gobernador de Panonia, una de las provincias más importantes del imperio, con mando sobre 4 legiones, lo que suponía una amenaza para el emperador Cómodo, hijo de Marco Aurelio, por lo que este, tenía retenidas en Roma a las esposas e hijos de los gobernadores. Y en ese punto es dónde empieza la narración con Julia Domna como protagonista.Busto de Septimio Severo
Julia Domna es una mujer inteligente, con pensamiento estratégico, vengativa, persistente y que influyó en las decisiones que tuvo que tomar su marido, pero no os quiero destapar la historia. Si os quiero recomendar la lectura de este libro, ya que el estilo de Posteguillo es dinámico, muy vivo y hace que te enganche desde la primera palabra, pese a que, repito, a mi el personaje en cuestión no me haya atrapado. En cuanto al rigor histórico, poco os puedo decir. Yo creo, que como catedrático que es, Santiago Posteguillo tiene un profundo conocimiento sobre lo que escribe, ya que creo que ha experimentado un proceso de documentación exhaustivo y profundo. Aunque, entiendo también, que para dotar de un mayor interés a la novela y hacerla más atractiva, habrá algunos pasajes y personajes que sean inventados.Hay otro punto que me gustaría destacar. Y es, en general, la poca literatura y la poco investigación que se ha realizado en torno a mujeres, que históricamente han debido tener un peso específico muy relevante, pero que por un motivo u otro, han pasado a un segundo plano. En la época romana, hay 3 ejemplos que podía destacar. Una es Cornelia, la madre de los Gracos. Otra es Livia, esposa del primer emperador, Augusto y otra, que es la protagonista de esta historia, Julia Domna, emperatriz y esposa de Septimio Severo.
Un fuerte abrazo a todos,
Javier