Aunque más que grande, la tengo enorme, desproporcionada, inmensa. Es el más larga, es la más gorda y la más dura de las vanidades del planeta. Sólo una vanidad así puede satisfacer un ego tan enorme como del dueño del Dubai. Que no contento con el ruinoso negocio de hacer islas artificiales para ricachos, se ha construido un enorme falo en mitad del desierto.
No voy a entrar en medidas, porque teniendo en cuenta el ritmo al que avanza la estupidez del género humano, no tardarán en ser superadas por algún que otro prohombre dispuesto a acabar con el hambre en el mundo. Bueno sólo acabará con el hambre de fatuidad de su reducido mundo de lameculos.
Me parece bien que se afronten retos de ingenieria que permitan realizar estructuras como esta, pero podrían haber creado una estructura gigante con utilidad real, no sólo para especulación inmobiliaria y tener tu nombre en el libro de los records del sevillano que nunca recuerdo su nombre...Ginés, eso es: el libro de Ginés de los records. Que me imagino yo que Ginés era un señor aburrido que se la medía con sus amigos, y luego lo anotaban en un libro. Ya estoy divagando...
De acuerdo que el dinero es suyo -admitamos barco como animal acuático -y puede hacer lo que quiera con él. Pero ¿sólo se le ha ocurrido hacer un pepino gigante? No me creo que todos los que le rodean sean tan obtusos como para que no se les ocurran ideas más elaboradas. Aunque claro, a ver quién tiene narices a contradecir a uno de los tíos más ricos del mundo y que gobierna con autoridad total esas tierras (y las que pueda comprar).
Lo de hacerlo en mitad del desierto es anecdóctico, al fin y al cabo es lo único que tienen, salvo que lo regaran y lo hicieran producir alimentos. Pero claro eso tendría un coste económico enorme, puede que incluso la mitad de lo que ha costado hacer el Burj Khalifa, y revertiría no sólo en sus asalariados súbiditos, si no en millones de personas de todo el planeta que se mueren por que no tienen nada de comer.
Como de costumbre me irrito con estos desatinos que como especie nos hacen candidatos a extinguirnos por nuestra propia "inteligencia". Y después me invade la melancolía del que se da cuenta de que no hay lugar a la sorpresa en el hecho de ordenar construir una verga gigante en un lugar en el que la mujer es un ser inferior, apartado por completo de la vida pública, y los hombres reprimidos se entretienen en onanistas juegos de construcción. De modo que no es de extrañar que en un lugar en el los pocos periódicos que hay están supervisados por el poder, y sólo un libro es el que se puede leer sin buscarse problemas, los únicos entretenimientos que haya sean: gastar gasolina, dar patadas a un balón y construir enormes falos.
Ahora sólo falta comprobar si tienen un culo, a la medida de su ego y su vanidad, por el que meterse tan enorme falo artificial.
keagustitomekedao