Revista Cultura y Ocio
Autor/a: David Safier
Título original: Plötzlich Shakespeare
Traductor/a: Lidia Álvarez Grifoll
Edición: 1ª ed.
Lugar de edición: Barcelona
Editorial: Seix Barral
Año de edición: 2011
Número de páginas: 301
Últimamente no tengo mucho tiempo ni ganas para dedicarle a la lectura así que aprovecho los viajes en autobús (un día de estos me paso la parada) y por ello he buscado algo ligero y entretenido. Como los anteriores libros de Safier, Maldito karma y Jesús me quiere, me hicieron pasar muy buenos ratos pensé que con esta novela también lo haría.
Pues bien, teniendo en cuenta que no es la quinta esencia literaria y que lo busca es el entretenimiento del lector, tengo que decir que éste propósito se cumple pero, a diferencia de los anteriores títulos, esta vez no me he reído a carcajadas ni he esbozado una sonrisa. En Yo, mi, me… contigo la protagonista es Rosa, una treintañera frustrada con su trabajo de profesora de primaría, infeliz con el físico que le ha tocado en suerte y que sigue suspirando por Jan, su exnovio, pese a que éste vaya a casarse con Olivia, la típica mujer perfecta en todos los sentidos de la palabra.
Rosa pasa sus días aguantando a sus insufribles alumnos y lamentándose por haber perdido al hombre de su vida hasta que un día acepta la invitación del profesor de gimnasia para ir al circo. Allí ve el espectáculo de Próspero, un hipnotizador capaz de enseñar el potencial del alma a todo aquel que se someta a una sesión de hipnosis para saber qué fue en una vida anterior. Fascinada al ver cómo un hombre tímido y sin mucho coraje se transforma en Bufalo Bill, decide ir a ver a Próspero tras terminar la actuación. Este hipnotizará a Rosa, transportándola al pasado, con la buena o mala fortuna de tener que compartir cuerpo y alma con, nada más y nada menos, William Shakespeare.
Transformada en hombre, deberá descubrir en qué consiste el verdadero amor si quiere regresar al presente. Para lograrlo contará con la inestimable ayuda de Shakespeare, al que no le gusta que una mujer controle su cuerpo. ¿Qué le deparará su vida anterior a Rosa? ¿Logrará Shakespeare ayudarla en su búsqueda del verdadero amor o, por el contrario, será un completo caos?
Como decía al principio, Safier suele hacerme reír con sus obras pero con este libro no lo ha logrado porque el humor que destilan las situaciones cómicas me han parecido burdas, poco trabajadas, y me ha dado la impresión de que ha teniendo que recurrir al humor escatológico o sexual a falta de mejores recursos.
A medida que iba avanzando en la lectura la historia me recordaba muchísimo a Maldito karma, no sólo por el hecho de que ambas tienen en común el tema de las reencarnaciones –si bien desde puntos de vista diferentes- sino también por encontrarnos con personajes históricos como parteners de las protagonistas, pero echando de menos ese punto cómico que tenía Casanova y que no he sabido encontrar en Shakespeare.
Habiendo leído las anteriores novelas de Safier, la trama de Yo, mi, me… contigo me ha resultado la menos original de todas pero reconozco que me ha llamado la atención el que hecho de que Rosa y Shakespeare hablen entre ellos en primera persona pese a compartir un mismo cuerpo. Para ello se han valido de un cambio en el tipo de letra, normal cuando habla Rosa y cursiva cuando lo hace Shakespeare, para que el lector sepa en todo momento quién de los dos toma el protagonismo.
A parte de la falta de originalidad y un humor más trabajado también he echado en falta el toque fresco que aportaban las ilustraciones a la historia en Jesús me quiere y que esperaba haber encontrado en Yo, mi, me… contigo. Lo que sí encontramos es que el estilo de Safier sigue siendo sencillo, sin artificios ni florituras.
Como decía, un libro sin demasiadas pretensiones que tiene un pase como lectura ligera o de transición entre otras más intensas.
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