Antes de que comiencen a dejar de seguirnos por favor lean esto y si quieren, luego de hacerlo, entonces tomen la decisión que crean conveniente.
Primero que nada queremos señalar que nuestra postura siempre ha sido la de apoyar la lactancia materna siempre que este proceso no se vuelva un dolor de cabeza y motivo de preocupación para las madres que ya bastante tienen con todos los cambios que se le avecinan. Creemos en la lactancia como el momento íntimo entre madre y bebé, momento para verse directo a los ojos, para regalarle sonrisas y besos a ese pequeñito que vino a llenar nuestra vida y a enseñarnos lo que es el amor incondicional. Creemos en esa lactancia consciente para amar y no para ser utilizada como símbolo sexista.
Muchas futuras madres saben y están plenamente conscientes de que amamantar es la prioridad, hoy en día se dispone de mucha información y de muchas ganas de aprender sobre lo que es bueno o malo para los hijos, sin embargo aún hay cosas de las que nadie les habla. Nadie les dice que a veces no podrán amamantar, por ejemplo, nadie les habla de las opciones que pueden tener a la hora de alimentar sanamente a sus hijos, en lugar de brindarles apoyo y opciones. Se les presiona y se les juzga por no dar pecho desde el primer momento en el que nace el bebé.
Por otra parte escucho discursos carentes de fundamento ante los que no podemos quedarnos en silencio porque seríamos cómplices de información completamente equivocada como por ejemplo en estos días tuve el infortunio de escuchar en una entrevista que le hacían por radio a una Sra. que según su presentación es especialista en lactancia materna (no sé dónde se certificó) decir que los niños que no eran amamantados no querían a su madre... les juro que esto me impresionó. Cómo es posible que se utilice este argumento emocional para forzar a las madres a amamantar. Estimadas eso no es así, el apego no viene dado por la teta, el apego es amor puro y del bueno que nace con el calor de mamá, con las caricias, con las miradas, las sonrisas, no solo por la comida. La misma persona dijo que los niños que crecían con fórmulas son más enfermizos, lo siento señora pero esto no lo comparto tampoco, mis dos hijos han crecido tomando fórmulas desde poco más del segundo o tercer día de nacido y tengo una hija que con 15 años ha sido súper saludable, el pequeño va a cumplir 4 y es más sano que muchos niños que han sido amamantados. Entonces, lo que busco no es polémica, es aceptación. Cada mujer y cada familia tiene una realidad diferente y lo que le sirve a algunas no le sirve a otras. Lo que se necesita es ser realista y sincero. Estamos claros que dar formula y tetero es mucho más caro que dar pecho. Estamos claras que tener que hervir el agua y esterilizar todo lo que utilizamos cuando damos tetero es algo tedioso y trabajoso mientras que la leche materna está hasta envasada, eso sí. Pero de allí a que me insinúen siquiera que mis hijos no me quieren...
Otra cosa que no entendemos es que por ejemplo este año se promueve la lactancia materna y la posibilidad de trabajar, yo me pregunto es que eso no lo tenemos ya? Sabias tú que Venezuela es uno de los países que más tiempo de postparto le permite a las mujeres? 26 semanas aproximadamente a las que les puedes adicionar las vacaciones, si las tienes pendiente y no las has disfrutado. Además está el permiso de lactancia que otorga 3 horas al día a la mujer que trabaja para dar pecho a su bebé en espacios fraccionados si el lugar de trabajo tiene guardería o acumulativo y descontable del horario de trabajo si no cuenta con este servicio, es decir que si una mujer trabaja de 8:00am a 5:00pm podrá trabajar de 8:00am a 2:00pm durante 9 meses a partir de la fecha de parto. Todo este tiempo garantiza la lactancia exclusiva hasta los 6 meses del bebé.
También hemos escuchamos muchas veces que la publicidad nos influencia a darle tetero a los bebés y sustituir la lactancia materna por el uso de fórmulas lácteas, es importante que todos sepan que la publicidad de fórmulas lácteas o sustitutos de leche materna para menores de 6 meses está completamente prohibida por ley en nuestro país, así como la de los teteros y es tan sancionada como la de cigarrillos o la de alcohol, entonces este argumento también carece de bases y de sinceridad.
Sabemos que cuando se hacen algunas campañas o promociones por lo general se incluye a algunas personas e inevitablemente otro tanto queda excluido. En mi caso particular soy de ese grupo de excluidas cuando se celebra por ejemplo la semana de la lactancia materna. Admito que por mucha madurez que uno trate de meterle al tema esto afecta. Porque nos señalan y pretenden hacernos sentir culpables por algo que simplemente la naturaleza no nos permitió y voy más allá de eso y si fue por decisión qué?. Se nos llama egoístas o cómodas, se nos llama malas madres y nos dicen que no queremos a nuestros hijos, en fin se nos etiqueta de manera despectiva cuando al final lo único que todas necesitamos es apoyo. Apoyo para poder vivir una maternidad feliz.
Celebramos a quienes pudieron vivir a plenitud la experiencia de dar pecho a sus bebés y quizás se nos van los ojos con un poco de envidia cuando las vemos en la calle sacar su teta de manera tan natural y ver a aquel pequeño alimentarse de ella, vemos fotos y fotos de hermosas madres con sus pequeños succionando el líquido de amor que brota de sus senos y nosotras nunca tendremos esa foto para mostrar, siempre hay información y miles de especialistas que nos hablan de los beneficios de la lactancia materna y sin embargo no hay nadie que nos hable de la carga emocional que implica el no poder cumplir con este deseo que toda madre tiene. Muchas pensarán que estas líneas han sido escritas desde mi dolor y les confieso sin temor alguno que sí, que quien habla es mi dolor que es el mismo que muchas mujeres no se atreven a confesar. Yo soy uno de esos números de las estadísticas que no dan la tendencia esperada, yo soy una de esas mujeres que no pudieron amamantar, yo soy una de esas mujeres que prefirió mi tranquilidad emocional para poder cuidar bien de mis hijos que el desgaste que no podía compartir con nadie por miedo a ser juzgada, yo soy una de esas mujeres que decidió dar fórmula a sus hijos y no me arrepiento de nada porque hoy tengo dos hijos sanos y sobre todo felices porque su mamá está bien y es feliz.