Yo no me llamo Javier,
Debe escuchar Maluma, Ozuna, Juanca, Plan B, Nick Jam, Farruko, El Cangri, Arcángel, Bad Bunny, Daddy Yankee, J.Balvín Wisin y no sé qué otros acertijos más. Quedo boquiabierto no sé si por el portazo o por aquellos nombres tan extraños, me estaré haciendo viejo. ¿Dónde quedaron los Enanitos Verdes, ¿Soda Stereo, Cadillac?
Había decidido pasar el fin de semana, en casa. Para descansar, pero me convencí en aquel momento ayudar a mi esposa, limpiando y con las actividades que conllevan, a estar con ella. Enciendo la radio y solo encontraba música que no era de mi agrado, en un chispazo, o mejor dicho en un momento de iluminación, es que decido entonces recurrir a mi antiguo pero muy efectivo, mp3.con música lógicamente a “mi altura”, y de muy buena lista de reproducción.
Inicio con una lista de rock, variado en castellano, como Soda Stereo, con “Persiana Americana”, “En la Ciudad de la Furia”, “Te hacen falta Vitaminas “. Los Cadillac,” Perdí mi oportunidad”, “Todo está muy bien”. Los Pericos,” Me late” Arena Hash, clásica e infaltable “Cuando la cama me da vueltas”” Me resfríe en Brasil” por supuesto el “Kangrejo”.también desfila Gian Marco con “Te extrañaré”,” Dos historias”” Si me tenías “Miguel Ríos con “Rock en el ruedo”,” Bienvenidos”,” Santa Lucia”,” Himno a la Alegría” y para cerrar con broche de oro, los Toreros muertos con su éxito “Yo no me llamo Javier”. En inglés, con Queen y su” Bohemian Rapsody”, “Dont Stop Me Now,” Tears For Fears, “Shout” y en francés, con los inolvidables Cyclope con su,” Himno al Amor”.
Algunos clásicos también de los “Beatles” como “Hey Jude”,”Don´t let me Down”, ”Ask me Why” y otros. Era música y al menos así lo considero. De corte celestial como me lo menciono, el “Chivo Juárez” en un reencuentro de promoción, realizada hace poco en la escuela de nuestra infancia.
Así transcurre mi vuelo y éxtasis musical, disfrutando cada canción y con ellas mis más gratos recuerdos, de alguna palomillada. ¡Claro, en mis tiempos! Y vuelven a mí, aquellas vivencias de mi colegio, la primera “patota”. los primeros “tragos”, los “tonos”, el primer “pucho”. ¡Vaya! que recuerdos. (lógico que los otros guardaré celosamente, la primera traición o sacada de vuelta). Mejor no sigo ahora ella está felizmente casada, con nenes y es una linda familia.
Me encuentro sentado en la sala, al lado del equipo de sonido. Aprovechando el placer de la música y de mi cigarrito, (si señores soy fumador, hábito mal heredado de esas noches de estudiante) Bueno volvamos al relato cuando en ese momento, llega a mis oídos un grito, o ¿será aullidos, bramidos? qué se yo. Trato de identificar de donde provienen, pues en verdad, No sabría definir que era .y vaya ¡que sorpresa que me sobrelleve!
Realmente debo decirles, que se inicia una “guerra musical “pues yo escuchaba a los Toreros Muertos, con su clásico “Yo no me llamo Javier”. Que decía “No nena tú te equivocas, yo no te conocí en la playa, ya, ya. No nos fuimos juntos a comer paella, y nunca pasaste una noche en mi hotel”
Pues es y será parte de un himno, a quién le dedicáramos a un amigo muy querido, en mi época de secundaria. Claro y que no podía ser profanado de esa manera. Lo cual me dispongo averiguar, ¿Quién sería ese atrevido o atrevida de interrumpir tan sagrado himno? Con su volumen tan alto y de letra tan extraña.
Asomo la cabeza por el tragaluz, del edificio donde me hallo. En busca de los atrevidos o atrevidas, que con volumen más alto me enfrenta. Y que reitero de letras tan extrañas en sus canciones. algo así como: “La primera se desespera.se encojona si se lo hecho afuera. La segunda tiene la funda y me pega pa´ que se lo hunda” pero… ¿Qué es esto?
Decido ir en busca de ellos,” tomar al toro por las astas” y logro ubicar el origen de tanta bulla o mejor dicho de ese ruido estridente, me dirijo al piso superior del edificio, tocando el timbre e intentando, que puedan escuchar el llamado a la puerta. Claro está que decido antes iniciar, unas pequeñas flexiones .si acaso me enfrente con otro atrevido, y se decida enfrentarme a golpes. Explico por medio de señas en sus ventanas, que logren verme y conversar con ellos. Solo puedo observar a través de los vidrios, siluetas escurridizas, qué se han percatado de mi presencia.
De un toque más enérgico, pero sin caer en provocación (claro podría salir a mi encuentro algún padre tan furibundo, como yo. Que se encontraba en ese momento, y se armaba el tole, tole) comprensible quizá por la bulla, o quién sabe por mi manera de tocar a su puerta. Claro que yo recurriría a mis antiguas clases de Tae kwon do, Aikido, y Judo pues honraría a mis ancestros o mejor dicho a mi Sensei. Que por cierto recuerdo, en ese instante jamás pase de ser cinturón blanco.
En ese momento, escucho que logran bajar el volumen del equipo. Abren la puerta y asoma una cabeza, de rizos muy negros, azabaches diría yo. Este ser tendría la edad de catorce años no más, alta casi mi estatura, de ojos pardos. Y un rostro muy delicado. ¿Sería quién osó, interrumpir mi tan agradable momento con los toreros muertos? pregunto yo. Y caigo en cuenta que es casi una niña. Quien me atendía. ¡No sabía, que hacer!, como reaccionar. Pero bueno a eso vine. Pregunto amablemente ¿si podrían por favor bajar el volumen de su equipo? Ya que el tipo de música verdaderamente es infernal. Y me atrevo a decirle a la casi ¿Señorita? ¿Qué gusto encontraba en esas letras? Pues con lo poco que oí, delataba el mensaje obsceno y ofensivo hacia su género.
No esperaba esta respuesta: solo es música moderna sí, quizá no de su generación. Entiendo su molestia, pero comprenda también, es lo que nos gusta y no nos ofende sus letras. Lo que si nos molesta es escuchar siempre, en su casa, todos los domingos ¿cómo se llama? ¿Cómo dice, esa canción?
Otra niña de igual, o quizá un poco más de edad, le cuchichea algo al oído, y reacciona, sonriente me mira de pies a cabeza y dice: sí eso que dice: “Yo No Me llamo Javier”. Que canción para más rara. Algo extraño para nuestros gustos. De igual forma a mis padres no les molesta. Debe escuchar Maluma, Ozuna, Juanca, plan B, Nick Jam, Farruko, El Cangri, Arcángel, Bad Bunny, Daddy Yankee, J.Balvín Wisin y no sé qué otros acertijos más. Quedo boquiabierto no sé si por el portazo o por aquellos nombres tan extraños, me estaré haciendo viejo. ¿Dónde quedaron los enanitos verdes, soda stereo, Los Cadillac?
Retorno a casa algo sorprendido pensativo y cabizbajo. Abro la puerta y encuentro a mi bella esposa. A mi querida nieta las dos me reciben. Y me preguntan ¿ya terminaste con el equipo? pues Emilia, la nieta desea escuchar su disco, ¡claro! respondo. ¿Pedro, puedes poner este disco? Coloco el cd, y suena “Libre soy”. Mi nieta empieza a tararear la canción, Creo que tienen razón, debería actualizarme, o simplemente seguir escuchando a volumen muy bajo, quedarme con los Toreros Muertos.
Por Pedro Facho .