Revista En Femenino

Yo no quiero un hijo subnormal

Por Almapau @princesas_os

Yo no quiero un hijo subnormal.

Se que la frase es dura, pero no la pretendo como insulto, viene dada por un comentario profesional a una madre gestante:- Como poco llevas un subnormal.

Y no, yo no quiero un hijo subnormal ni tu, ni nadie…
Pero muchos niños nacen con enfermedades, con síndromes, de los que nadie es responsables, algunos no se ven hasta el nacimiento o meses, incluso años más tarde, otros son detectables en el embarazo con las mediciones del pliegue nucal(Traslucencia nucal) y con los resultados de analíticas, aunque bien sabemos que no siempre son certeros en los resultados.

Esta semana estoy sensible con el tema porque me han hecho el análisis y la eco. Acaban de cambiar además los protocolos, y la enfermera que me tomó la muestra me avisó que por edad(Pariré con 38) entro en el grupo de riesgo intermedio, que no me preocupe por ello, pero tengo bastantes posibilidades de que pidan una segunda analítica a las quince semanas.

Por qué he empezado hoy esta historia? Porque llevo dandole vueltas unas semanas después de algo que me contó una amiga, es una historia de la que no sé el final ,de una mamá de mi isla, que ha sufrido no el hecho en sí, ya triste y doloroso por si solo, sino la falta de humanidad, de empatía, de educación y de respeto.
La llamaremos María, en su eco de doce semanas el pliegue nucal ha tenido un resultado demoledor 3,2 muy superior a lo normal, los resultados de la analítica también eran alarmantes.
No hubo acompañamiento, ni explicación por parte de los profesionales. No hubo aclaraciones, sólo alarma, repetición de análisis…
Para terminar con una frase demoledora:- Tienes suerte. Estas a tiempo, tienes que abortar.

No quiero imaginar la clase de silencio en la que se sumó el mundo de María.
Ni el largo trayecto hasta el coche en compañía de su pareja.
Ni el doloroso eco familiar dando la razón al médico.
Ni la angustia de volver a una casa en la que empieza a verse la señal inequívoca de su llegada.
Ni responder la llamada en un móvil con la foto de la primera ecografía.
Ni la ropita doblada y planchada en el armario.
Ni la revista con los últimos modelos de cochecitos…

María, no se rinde. Pide una segunda opinión, de urgencia, en un conocido obstreta con un ecógrafo de resolución 4D.
-Ni te lo plantees, aborta. Como poco tienes un Subnormal, Como poco tienes un down.

Como poco… María no piensa, no entiende, sólo sabe que cuando escucha el látido se le ilumina el alma, María no entiende de como pocos, está embarazada, de un bebé buscado y deseado, el mundo se ha vuelto oscuro y absurdo.
Sin sentido.
Ya no hay enhorabuenas y regalos.
Todo el mundo espera la decisión correcta.
La única que a María duele.

eco

Se que no es habitual, afortunadamente, que esta historia, terrorífica en si, no se repite asiduamente, se que la gran mayoría de profesionales(el 99% de los que he encontrado durante mi maternidad) son empáticos, correctos, educados, y maravillosos. Pero desgraciadamente la historia de María es real, y podría ser la mía o la tuya o la de otro.
No se como será mi hijo.
No se si podría nacer con algún tipo de enfermedad o de síndrome, o de malformación…
Se que vivo en un país que ha aprobado una ley restrictiva sobre el aborto, el sistema busca durante la gestación con cribados y pruebas estas posibles anomalías, para qué? Qué sentido tiene si no habrá posibilidad de interrumpirlo?
No se si María por decisión propia se sometería a una interrupción de su embarazo, no lo se, y creo que es su más íntimo derecho que su decisión siga en el mas absoluto anonimato.
No voy a entrar en una nueva diatriba en la que nadie se pondrá de acuerdo jamás, partes enfrentadas y condenadas a la incomunicación perpetua sobre si el aborto es o no permisible.
Tan solo espero que nunca mas ninguna mujer deba escuchar frases estúpidas e irrespetuosas
Cada día me sorprendo más de lo cáusticas y aniquiladoras que podemos ser las personas en relación a la maternidad y crianza. Las guerras mas encarnizadas nacen de críticas a una cesarea, a decisiones maternales, lactancia…

Hoy cuento la historia de una María mas, mañana podría ser mi historia, o la tuya, y tan sólo espero que si alguien ha de pasar por ese mal trago, probablemente el peor de su vida, no sea entre insultos e incoherencias, si ha de decidir que hacer con su vida y la de su hijo que tome la decisión entre abrazos y comprensión.
Que en el caso de decidir una interrupción del embarazo sea una decisión meditada por si misma, sin presiones de terceros.
Que en el caso de continuar adelante con su embarazo sea una decisión meditada por si misma, sin presiones de terceros.

Es tan difícil comprender que se pueda amar a un hijo, sin conocerlo y aun sabiéndolo diferente?

Y os dejo un video emotivo y precioso hecho por una asociación de niños con Síndrome de Down para una madre embarazada de un bebé afectado.

Será feliz.


Yo no quiero un hijo subnormal

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