Revista Sociedad

Yo no soy tú, y tú no eres yo

Publicado el 13 febrero 2015 por Miyu Clementine @amy_blue

Últimamente estoy bastante optimista con la vida. Estoy optimista, no diré alegre, no hay que pasarse, pero estoy tranquila, serena, no sé, esas cosas. Estoy en un estado un tanto “gradual”, consiste en que no me suelo deprimir mucho ni tampoco suelo animarme en exceso: Creo que está bien.

Muchas veces me obsesiono con mi trato con las personas. No sé tratar con la gente realmente, y cada vez me doy más cuenta de que soy incapaz, y entonces, a las personas que considero mis amigos, no quiero que me dejen y se vayan, porque eso sería una mierda, y porque les tengo tanto amor y aprecio, que me romperían por dentro, y además, no lo soportaría. Antes pensaba que cuando alguien era borde contigo, o había tenido un mal día y estaba “mal” y quizás se descargaba contigo, creía que era culpa mía. Solía pensar algo como: Se ha molestado porque he dicho/he hecho algo malo. Un día me di cuenta de que no es así. Claro que muchas veces las personas se molestan porque les has hecho algo malo, pero no siempre es así. No es así y no tenemos que creer que el error siempre somos nosotros (a veces sí, pero NO SIEMPRE). Antes creía que la culpa siempre era mía, luego empecé a darme cuenta de que el problema lo tienen los demás; no yo. Ya os comenté la teoría de deprimirnos a causa de las expectativas entorno a algo, pues vuelvo con esa teoría un poquitín más extendida: A veces, nos enfadamos con las personas, normalmente, con gente más allegada. Nos ponemos tristes y nos enfadamos. Primero nos ponemos muy tristes, y posteriormente nos enfadamos. Nos enfadamos porque estamos tristes, nos ponemos tristes porque nos hemos enfadado con gente a la que en realidad apreciamos mucho; porque si no les apreciáramos: No estaríamos tristes ni enfadados. Y nos ponemos tristes y nos enfadamos por culpa de nuestras expectativas. Nadie nos dijo cómo teníamos que relacionarnos con los demás, y las personas, solemos tener ideas distintas de las relaciones humanas, y entonces nos enfadamos, porque “pensaba que eras mi amigo pero bla bla bla” y quizás la otra persona no lo ha hecho a mala intención, porque en realidad no ha llegado a la misma conclusión que tú porque tú no eres él/ella, y él/ella no es tú, y no está en tu cabeza (ni tú en la suya), y no sabe que realmente te hirió algo si tú no se lo dices. Así que díselo. Pero yo soy incapaz de enfadarme con mis amigos aunque hagan cosas que me duelan y aunque yo les haga muchas cosas que les duelan. Pero la amistad es así! - Me dijo una vez una persona muy sabia. Oh, sí, claro que es así… Pero…! A veces pienso que nada de ésto existe, y nosotros tampoco, y algún día dejaremos de existir todos y pienso: Vale la pena esforzarse si dentro de cien años nada de nosotros quedará en el mundo? Cuando nos muramos dejarán de recordarnos y qué más dará todo? A veces pienso que a mí también me gustaría ver algo eterno. O quizás ya lo he visto, es sólo que no me he dado cuenta, aún.


Yo no soy tú, y tú no eres yo
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