Oier Gómez, María Sampalo y Luismi Gómez. Foto: Toni Delgado / Cronómetro de Récords.
Toni Delgado / San SebastiánMaría Sampalo (Guadalcacín, Cádiz, 1999) salta la valla del campo Z7 de Zubieta y le pide al pequeño Oier Gómez que se agache para utilizar su espalda como escritorio. La portera del EDF Logroño le firma su cromo y se lleva el resto: "Ahora se los doy a mis compañeras".
Oier no sólo recibe los cromos con los autógrafos, también un gorro, una bufanda, una camiseta y un balón firmados por la plantilla riojana. Al aficionado de la Real Sociedad se le iluminan los ojos. "Iniciativas como los cromos ayudan a difundir el fútbol femenino", celebra Iván Antoñanzas, presidente del EDF Logroño. Gestos como el de su club logran lo mismo. Hace tiempo, Luismi Gómez, padre de Oier, se puso en contacto con la diseñadora de los cromos de la Liga Iberdrola de fútbol: "María Vázquez me contó que era una historia reivindicativa. Quería que alguna empresa, por ejemplo Panini, se animase a hacer una colección de las jugadoras. No dan el paso porque no ven negocio". María saca tiempo de debajo de las piedras para que, como ocurrió el curso pasado, todas las jugadoras tengan su estampa. Luismi Gómez y Oier Gómez, padre e hijo, son cazautógrafos de cromos.
Oier con algunos de los detalles del EDF Logroño. Foto: Toni Delgado / Cronómetro de Récords.
En Zubieta se juega el Real Sociedad-EDF Logroño: un paisaje encantador que no reúne las condiciones de la máxima categoría del fútbol femenino. Según Luismi, es el segundo partido de la temporada que el marcador electrónico, muy sencillo, está en marcha. Antes, añade, "el entrenador" iba con un cronómetro en la mano para saber qué tiempo quedaba. Ni el club ni la prensa dan "suficiente" información del primer equipo femenino y el campo es de difícil acceso, entre 20 y 15 minutos andando entre la estación del Topo o la parada del autobús. "A las jugadoras siempre les digo que quieren que la gente les siga, pero que no anuncian sus partidos ni promocionan los artículos y entrevistas en las redes sociales. Además, la Real tiene 5.000 abonadas, pero Zubieta no se llena. Estoy convencido de que cuando finalice la reforma de Anoeta ellas jugarán más partidos allí", interviene Óscar Badallo, periodista de Marca y Radio Marca. Días después se anunció que el derbi vasco ante el Ahtletic se disputará el 10 de febrero en Anoeta, donde sólo hay un precedente: el pasado 13 de mayo, ante el mismo rival y 21.000 personas.Héctor Blanco. Luismi Gómez, Oier Gómez e Iván Antoñanzas. Foto: Toni Delgado / Cronómetro de Récords.
Ane Rodríguez no se perdió ese partido: "Si para mí fue especial, imagínate para las jugadoras... Me encantaría que tuviesen las mismas oportunidades y jugasen más partidos en Anoeta, aunque no logremos llenarlo. ¡Son también el primer equipo!". Esta exlateral izquierdo del Añorga suele seguir los partidos de ellas por Gol TV: "Está reñida la cosa, pero creo que ganarán. Necesitan una victoria comodita para seguir escalando en la clasificación". A Ane la acompaña su amiga Nora Zeberio: "Tenía ganas de ver un partido de la Real femenina. A mí el fútbol me aburre un poco, pero hoy me estoy divirtiendo mucho".Nora Zeberio y Ane Rodríguez. Foto: Toni Delgado / Cronómetro de Récords.
Luismi Gómez no olvida que su primer encuentro fue un Real Sociedad-Barça (0-2). Le impresionó Sonia Bermúdez, entonces goleadora del Barça y ahora en el Levante: "Hizo tal exhibición que me dejó sin palabras. Me enamoró. Yo pensaba que una mujer no sabría jugar a fútbol, y Sonia Bermúdez tenía técnica, velocidad, gol... Sonia me quitó todas las tonterías de la cabeza". Con el tiempo, después de seguir varios partidos, Luismi dejó de comparar el fútbol femenino con el masculino. "Empecé a disfrutar y a sufrir igual que con los chicos. Cuando están arriba, porque todavía quiero más, y lo mismo cuando están abajo... Rendirse no es una opción. Siempre hay solución". Lo demuestra en su libro Olatz, pura vida. Olatz es su hija y tiene parálisis cerebral. —Aceptar tu situación es haber dado el paso más importante para mirar hacia adelante y vivir. Por Olatz he experimentado cosas que sin ella jamás habría vivido. Me duele que mi hija no las esté viviendo como yo. Por suerte, está bien de salud -reflexiona Luismi. —¿Se sabe qué siente Olatz? -le pregunto.—[Suspira]. No sabría qué decirte. Me gustaría meterme un día en su cerebro para saber qué siente. [Hace una pausa y anima a su equipo]. ¡Dale, Chini, dale! Yo creo que no sufre. ¿Que disfruta? Ostras... Es duro decirlo, pero yo creo que no. O igual no disfruta como yo quiero que disfrute. Sí que responde a estímulos. Si mueves las llaves o la desnudas para llevarla a la bañera, se pone contenta. Igual también siente. —¿Has traído a Olatz alguna vez a Zubieta?—El primer día, aunque los ruidos, sobre todo los espontáneos, la asustan bastante. Por eso preferimos no llevarla a acontecimientos deportivos. Olatz, pura vida es un libro solidario cuyos beneficios son para la Pausoka Elkartea, Asociación de padres y madres con hijos con necesidades especiales. Es el relato de la protagonista a través de los ojos y el corazón de su padre, a quien le pareció "interesante" que gente cercana aportase también su visión: su hermano Oier, la pediatra, la logopeda... También intervienen los actores María Barranco y El Langui o la exfutbolista de la Real Sociedad Aintzane Encinas. "Si la historia ayuda a una persona a llevar una situación como la nuestra, me doy más que satisfecho", continúa el autor. El libro se puede encargar en el correo electrónico [email protected].
Oier y Luismi con 'Olatz, pura vida'. Foto: Toni Delgado / Cronómetro de Récords.
En el campo, Oier Gómez se fija, sobre todo, en Nahikari Garcia: "Me inspiran sus goles, sus regates, su humildad... Todo. Mira, la que tiene ahora el balón, Bárbara Banda, nos está haciendo sufrir un poquito". "El equipo ha mejorado mucho con Gonzalo Arconada y se han realizado buenos fichajes, aunque puede pagar que la plantilla sea corta. Le penaliza también que sólo disponga de una zurda, Bea Beltrán", analiza el periodista deportivo Óscar Badallo. —¡Fuego de juego! ¡Fuera de juego! -grita Jokin Arruti, refugiado en su manta txuri urdin. El árbitro piensa lo mismo y anula el gol del EDF Logroño. Jokin respira aliviado. Es un habitual en los partidos del primer equipo femenino. Está nervioso porque ve a su Real muy dubitativa en defensa y fallando pases sencillos ante unas visitantes con las ideas más claras. "En los últimos años han dado un salto de calidad. Necesitan que el club apueste mucho más por ellas. Yo, sinceramente, igualaría los contratos entre el equipo masculino y el femenino. ¿Mi preferida? Nahikari. Tiene más calidad e imaginación que el resto. Es diferente", reivindica Jokin.
Jokin Arruti, durante el partido. Foto: Toni Delgado / Cronómetro de Récords.
—Ondo, Nahikari, ondo! -grita una seguidora.Patxi Iraizoz ondea una bandera de la Real. En mayo hará 52 años que lo hace. No puede dejar de apoyar a su equipo. Se lo prometió a su hija Mónica, que se le murió en los brazos: "Tengo que ir con la bufanda txuri urdin por el mundo hasta que me vaya de este mundo". La gorra de Patxi está casi llena de pines de los rivales de la Real en los últimos años: "He estado en 68 campos diferentes. Hago muchos sacrificios para cumplir mi promesa... Me da igual el frío. Ni el calor ni la nieve tampoco son excusa".Patxi ondea su bandera txuri urdin. Foto: Toni Delgado / Cronómetro de Récords.
Del Sabadell, Celta, Athletic, Osasuna o Elche son algunos de sus pines. También del Salzburgo, la última experiencia europea de la Real. Patxi ha estado en Portugal, Alemania, Turquía, Grecia... En la gorra faltan recuerdos. Algunas personas sin alma le robaron tres o cuatro pines. Nadie le arrebatará a Patxi Iraizoz el cariño de la afición y de muchos jugadores. Como el del eterno capitán, Xabi Prieto, retirado al final del curso pasado: "Un día, en Las Palmas, cogió su cámara y me pidió que me pusiera con algunos de sus compañeros". Tampoco nadie le borrará el recuerdo de su hija: "Pasamos seis o siete años muy mal en casa. Alguien nos envió una corona con claveles azules y blancos. Sería algún aficionado de la Real".
La impagable gorra de Patxi. Foto: Toni Delgado / Cronómetro de Récords.
Hay una espectadora que, cada dos por tres, anima a Nerea Eizagirre. —Ondo, Nerea, ondo! Es su prima, Naroa Malkorra. —¡Somos fans incondicionales de Nerea, claro, y de la Real! —Si Nerea mete un gol o hace algo bueno... -le comento.—Gritamos, saltamos, nos achuchamos... ¡De todo! [Risas]. Naroa Malkorra tiene dos hijos, Goar y Amets, y espera a una hija. "Vienen súper contentos. Hemos traído mantas [abre la mochila y las muestra], pero ellos se mueven y animan tanto que no tienen frío". Goar y Amets llevan la equipación de la Real gracias al Olentzero. Ambos devoran un par de bolsas de patatas fritas... De la Real, claro.Goar, Naroa Malkorra y Amets. Foto: Toni Delgado / Cronómetro de Récords.
Irune Iturrioz ha llegado tarde al partido. Su trabajo le impide ser puntual. Hoy justo se ha perdido los peores momentos de la Real: "He tenido suerte, aunque a veces me ha pasado al revés". Irune ha venido "relajada" y sin cámara. A veces hace fotos de los partidos en Zubieta. —Aupa, Nerea! Ahora ya nos vamos... -bromea su prima Naroa cuando Gonzalo Arconada cambia a Eizagirre por Carla Bautista.
Josemari Sierra e Irune Iturrioz. Foto: Toni Delgado / Cronómetro de Récords.
—¡Penalti bastante claro! ¡Lo pita! -celebra Josemari Sierra, que hace un rato ha atrapado el balón en la grada y lo ha devuelto al campo. Tiene un pasado como portero: "Me metían 15 goles por partido... ¡No paraba una! Así que, con el tiempo, pasé a ser jugador...". Nahikari anota el penalti. 1-0 y el Z7 de Zubieta ruge, aunque a Josemari la animación le parece "un poco extraña": "La gente aplaude, grita el nombre de las jugadoras... Queremos igualdad, pero nadie grita 'Real'. Es el nombre de nuestro club".
Nahikari, arropada por sus compañeras tras marcar el penalti. Foto: Toni Delgado / Cronómetro de Récords.
—¿Por qué no te animas tú, Josemari? —Soy nuevo aquí. Deja que las personas que llevan tiempo viniendo tomen el mando -cierra, justo antes de que Mendoza transforme una falta. Bautista, con otro disparo lejano, pondrá el broche al 3-0 de la Real.