Ya llevaba muchos años en esto, su vida laboral rebosaba puntos por su experiencia.
Le sobraban algunos kilos, pero los lucía con gracia y salero.
Su cabello era color plata y siempre acudía bien peinada a su consulta.
En su bata llevaba con orgullo un broche de una enfermera con cofia incluida, y siempre ponía aquella emisora de radio por las mañanas.
Su agenda no tenía demora, y sus pacientes estaban muy contentos.
Gracias a esa mezcla de experiencia y evidencia que sus manos desprendían, la mayoría de pacientes con úlceras crónicas que llegaban a su consulta de enfermería, mejoraban con el paso del tiempo.
Esa mañana escuchó en la radio que la Organización Médica Colegial está en desacuerdo con el Real Decreto que va a regular la prescripción de medicamentos por los enfermeros en España, incluso afirman, que esto podría provocar “graves riesgos para la población”.
A ella se le escapa una sonrisa, suspira un “¡ay estos médicos!” y sigue curando a su paciente. Sigue haciendo lo que mejor sabe hacer, su trabajo.
Unos minutos después, un anuncio en la radio nuevamente la sorprende, y es que el Colegio de Enfermería de su Provincia ya está organizando unos cursos sobre prescripción para sus colegiados. Nuevamente suspira, pero esta vez con un “¡ay estas enfermeras!”, y continua haciendo perfectamente su trabajo.
Al terminar la cura le comenta a su paciente:
-Paco, el próximo día me traes uno de estos parches que no receta el seguro para que te siga curando, la úlcera va muy bien. Y ya sabes que si te duele, tómate algún comprimido de paracetamol de esos que tienes en tu casa.
Apunta la evolución y recomendaciones en su historia clínica, y continua con el siguiente paciente.
María tiene 55 años, es enfermera en un centro de salud, y es totalmente competente en su puesto de trabajo.
Creo que nuestros profesionales de enfermería están sobradamente capacitados para esta labor. No todos los médicos compartimos el comunicado de la OMC, y en ocasiones es necesario romper una lanza por nuestros compañeros de enfermería.
J.M. Salas
[Con Tinta de Médico, Diario de un Médico de Urgencias adicto a la Noche, próximamente]