Yo puedo

Compramos creencias con mucha facilidad. Las primeras fake news, de hecho, son las que provienen de nosotros mismos.

Son demasiadas las falsedades y mitos que compramos sobre nosotros mismos, creencias a las que nos aferramos para justificar que no podemos hacer algo, o que no estamos dotados para alcanzar nuestros objetivos.

Se llama zona de confort, y vivimos en ella mucho más tiempo del que sería aconsejable, subestimando nuestras verdaderas capacidades. Aprender a reconocer esas mentiras que muchas veces nos decimos, afrontar nuestra realidad y tomar decisiones para seguir avanzando son la clave para construir nuestra fortaleza mental.

Los problemas sólo te afectan en la medida que tú les quieras dar. Está en ti el asumirlos como un drama o darles un enfoque más favorable a la consecución de los objetivos que nos hemos marcado. Por ejemplo...

NO SOY FUERTE. En ningún sitio está escrito que tengas que serlo, de hecho, muchas de las personas más valiosas que conozco están peleando contra la depresión. Nos podemos permitir pequeñas y grandes licencias, pero nunca abandonarnos al destino. El ejercicio y la dieta ayudan para mejorar la salud física, pero también se ejercita la decisiva salud mental, que requiere de esa sana costumbre de permitirnos malas épocas, pero también de tomar algunas decisiones que lo mismo tenemos delante y no somos capaces de ver.

NO VALGO. Cada vez que piensas que no eres lo suficientemente bueno para algo, que no mereces ese puesto, o que no eres valioso, atractivo o inteligente, no estás siendo humilde ni asumiendo una realidad: Te estás causando el peor de los daños, porque seguramente ni siquiera vas a dar el primer paso para alcanzar tus objetivos.

NO PUEDO. Por supuesto que puedes hacerlo. Lo que pasa es que no nos ayuda en nada tener la nevera llena de basura si lo que queremos es hacer una dieta, y no sirve sentarse en una piedra esperando a que el camino se nos abra solo. La mejor forma de no hace nada por ti mismo es buscar excusas en las que tú eres el único responsable, y que no estás capacitado para sacrificar pequeñas cosas del hoy por un mañana un poco mejor. Si querer es poder, se puede mucho más trabajando.

ME DICEN QUE NO PUEDO. ¿Quién te dijo eso? Porque normalmente hay dos opciones: O nadie te lo ha dicho jamás y es solo producto de tu imaginación, o sencillamente alguien se interpone en tu camino y busca minar tu confianza en ti mismo. Claro que no vas a gustarle a todo el mundo, no estamos hechos de oro, pero no debemos olvidar que también hay manos tendidas que están dispuestas a ayudarnos, muchas veces a cambio de nada.

NO AGUANTO MÁS. Nadie dijo que esto fuera fácil. Vivimos en una eterna incomodidad, desde el zapato que nos molesta hasta el jefe que nos amarga, pero podemos regalar esos zapatos a otra persona que calce ese número o hacer pequeñas modificaciones en nuestra vida laboral que nos hagan ganar en comodidad. Somos dueños de nuestras decisiones: Tomemos las adecuadas.

HE SUFRIDO MUCHO EN LA VIDA. Soy un ser humano: No sobrevivo, vivo. Esas heridas de guerra que tenemos son la prueba de que lo pasado te ha dejado huella, pero también de que has luchado para superar algún obstáculo. Incluso el daño emocional. Pero nada puede dejarte demasiado afectado como para no sobreponerte, y si no puedes hacerlo, busca la ayuda de un profesional que te permita entender los porqués de ese viejo dolor y mirar hacia delante convencido de que esa batalla ya la has ganado.

SOY DIFERENTE. Qué maravilla ser distinto a los demás y no perderte entre la multitud. Hay quien se pasa la vida entera buscando aquello en lo que destacar y resulta que tú lo tienes... ¿Por qué no sacarle partido? No lo conviertas en un drama, ya que no pasa nada por no encajar en determinadas situaciones o cánones de belleza. Lo mismo no eres diferente: Eres genuino.

La fuerza mental es mucho más que una actitud hacia la vida. Es el deseo de seguir mirando cada vez un poco más hacia delante.