Yo quiero que me inviten a los Goya.

Yo quiero que me inviten a los Goya o a cualquier otro sarao donde puedas ir vestida de novia, que es lo único que quiero.

Quiero ir a un sarao donde pueda ponerme un vestidazo blanco y lánguido, de los que nunca eligiria para mi boda pero que me encantaría pasear sus bajos por una alfombra, sea del color sea.Quiero tener esa oportunidad (u oportunidades!) de ponerme un maxivolumen de nuevo. Quiero tener un pelazo de esos aunque sea a base de extensiones y lucir un peinado que tarden 8 horas en hacerme para despeinarme en 5 minutos. Quiero posar en un photocall con un vestido de cola y darme una vuelta a lo Pantoja con todo el arte que tengo. Sólo quiero eso. Y que Quim Gutierrez esté en el sarao.

Quiero ser por un día Cayetana Guillén Cuervo, Leticia Dolera o Blanca Suárez aunque eso conlleve teñirse de rubio.

Y es que la vida debería darnos tantas oportunidades de volver a ser novias sin serlo a todas porque nosotras, las de pisar más por aceras descubiertas que por alfombras vamos a saraos en los que, aunque nos gustaría, no podemos lucir estos vestidazos. Si tenemos en cuenta que la mayoría de los saraos a los que acudimos en los que podemos lucir vestidazos son bodas vamos a ser sinceras. No es plan de presentarse en la boda de tu prima la del pueblo luciendo un vestido con más cola que el de ella o de aparecer en la boda de tu mejor amiga con un vestido blanco. No se debe ir de bodorrio y presentarse con un maxivolumen. Poder se puede pero no se debe por eso es necesario que alguna que otra vez, nos inviten a los Goya. ¿Te vienes?