Yo quiero ser un almiquí

Últimamente pienso en lo feliz que sería si pudiera descansar durante una temporada... pero luego pienso eso de "si a ti te gusta esto, so viciosa". Hay épocas de estrés, épocas de mucho estrés y épocas de demasiado estrés... aunque también la responsabilidad es nuestra, todo depende de cómo nos enfrentamos a los retos. Mi capacidad zen va y viene, aparece y desaparece, como el alquimí (un animalejo también conocido como solenodonte).

¿Saben lo que pasa con este solenodóntido? Primero, se consideró extinto durante mucho tiempo. Pero apareció, y los científicos lo califican como un "fósil viviente" (me da la risa...). Todo porque es uno de los pocos mamíferos venenosos: tiene unas glándulas sobre los incisivos que hacen que su saliva sea tóxica. Si te muerde, prepárate.

Como dicen en este interesante reportaje sobre animales que se creían extintos y han sido redescubiertos (el reportaje se llama animales-Lázaro), "En 1861 el solenodon cubano fue descubierto para la ciencia por el naturalista alemán Wilhem Peters. Desde 1890 hasta los 1970 no se identificaron más ejemplares. Y cuando ya los científicos se habían resignado a darlo por extinto, ente 1974 y 1975, fueron capturados tres nuevos especímenes. Entonces volvió a desaparecer. Hasta que en 2003, cuando otra vez se asumía ya su extinción, un nuevo ejemplar fue atrapado por un campesino cubano ".

O sea que, si pudiera, me hacía alquimí y me pasaba largas temporadas extinta para luego resurgir de mis cenizas y volver a la palestra. Ya, ya sé que suena ridículo e irreal, pero soñar en épocas de estrés es gratis. Ya se me pasará. 😉