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¡yo quiero un matrimonio morganático!

Publicado el 08 agosto 2012 por Mediasmentiras @mediasmentiras

¡YO QUIERO UN MATRIMONIO MORGANÁTICO!                                    imagen procedente de zankyou.es (thank you por ella, ;))
Matrimonio morganático :es la unión realizada entre dos personas de rango social desigual —por ejemplo, entre príncipe y condesa o entre noble y plebeyo—, en el cual se previene que el cónyuge y cualquier hijo de dicha unión herede u obtenga los títulos, privilegios y propiedades del noble. Es conocido como «matrimonio de la mano izquierda» porque en este tipo de matrimonio el novio sostiene la mano derecha de la novia con su extremidad izquierda cuando lo normal es hacerlo al revés.

Pues bien, yo quiero uno de estos, me lo envuelve y me lo llevo.

Uno tiene su edad, tiene un reloj biológico que periódicamente le recuerda el deber que uno contrae con la humanidad al no poder dejarla sin descendencia, tiene la certeza que hacer botellón con cervezas calientes ya no se sostiene, las chicas de una noche se convierten en eternas si lo son más de 30 minutos, el espejo pone espacio donde antes había pelo y sumamos a todas estas catástrofes entendibles que los números en rojo del banco cada vez son más rojo oscuro.

Es por eso que he decidido contraer matrimonio con una noble.

Hace tiempo que llevo madurando la idea. Recuerdo hace años cuando me paseaba por las playas de Sant Feliu de Guixols -con el pecho depilado y un marcapaquete de bañador - con la única idea de encontrarme casualmente con la baronesa Thyssen. 

Ya se que alguno estará pensando que porque se iba a fijar en mi , pues a eso tengo que añadir que ya estuvo con un tipo de pelo rizado y que tenía más pluma que el que nos jodió los juegos olímpicos, ese de Mónaco. 
Yo doy más el pego, soy alto, tengo buena conversación, no me tiro pedos en público, estiro levemente el meñique cuando tomo te y siempre uso el halago como medio para bajar las defensas.

- ¡Estás preciosa! ¿has adelgazado?- típica expresión que sale de mi boca, tan común como dar los buenos días al panadero justo antes de decirle que me de una barra de pan menos hecha.

La baronesa nunca apareció, ella se lo pierde. Soy mejor amante que mentiroso. El majo desnudo de Goya de cualquier adinerada mujer que quiera pintarme en su lienzo con oleo fresco. 

No sé como lo haré pero yo quiero mi matrimonio morganático. Tengo el problema de que no juego al balonmano ni visto raro, esto es un handicap.

He puesto en mi pared un listado (con foto) de las nobles españolas o que hablen el castellano. No quiero noruegas ni danesas con las que mi cortejos verbales no surjan efecto. Quiero mujeres de buen ver que sonrían cuando las diga que no encaja su edad con su rostro o que cuando las suelte alguna sugerencia lasciva al oído  me devuelvan una caída de párpados como medio de aprobación.

Bueno, tampoco hace falta que estén muy buenas, para eso existieron las amantes los hijos bastardos, y en esas esferas debe ser tan común como cuando yo pido un café con la leche templada y me la ponen caliente.

Es una lástima que no me lean princesas, infantas, nobles herederas, hijas del de Zara (aceptamos esta opción) porque estoy seguro que mi sinceridad y mi "nobleza" al hablar las haría considerar mi honesta propuesta.


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