Yo, robot de Isaac Asimov
Editorial Edhasa ~ 9788435018364
Publicada por primera vez en 1950, Yo, robot resultó una obra visionaria, que tendría una influencia enorme no sólo en toda la ciencia-ficción posterior, sino incluso en la propia ciencia de la robótica. Aquí formuló Isaac Asimov por primera vez las tres leyes fundamentales de la robótica, de las que se valdría para plantear interrogantes que se adentran en el campo de la ética: ¿qué diferencia hay entre un robot inteligente y un ser humano? ¿puede el creador de un robot predecir su comportamiento? ¿debe la lógica determinar lo que es mejor para la humanidad? A través de una serie de historias conectadas entre sí por el personaje de la robopsicóloga Susan Calvin, en las que aparecen todo tipo de máquinas inteligentes —robots que leen el pensamiento, robots que se vuelven locos, robots con sentido del humor o robots políticos—, los robots, cada vez más perfectos, llegan a convertirse en un desafío para sus creadores.
La primera ley
Este libro representa mi primera experiencia con la ciencia ficción dura y cuando lo vi en la biblioteca me dije que ya era hora de iniciarme con uno de los grandes: Isaac Asimov. Soy de las lectoras que no tengo problema con este género porque es de mis favoritos, y me entusiasmaba sobremanera lo que me iba a encontrar. Y por supuesto, no me ha defraudado.
Este libro plantea algo muy interesante para la época en la que fue escrito: una realidad alternativa donde la robótica fue desarrollada mucho antes y mucho más rápidamente que hoy en día. Siendo así, antes de los años 90 ya existían los primeros robots aunque en una etapa muy primitiva, y en este inicio del desarrollo robótico, a todos sus cerebros positrónicos les fueron implantadas tres leyes que no pueden romper:
Las tres leyes de la robótica
1. Un robot no hará daño a un ser humano o, por inacción, permitir que un ser humano sufra daño.
2. Un robot debe obedecer las órdenes dadas por los seres humanos, excepto si estas órdenes entrasen en conflicto con la 1ª Ley.
3. Un robot debe proteger su propia existencia en la medida en que esta protección no entre en conflicto con la 1ª o la 2ª Ley.
Estas leyes rigen el desarrollo robótico que se va conociendo a medida que avanza el libro y es el parámetro del trabajo con ellos. Esta novela se compone de varios relatos que van desarrollando las épocas de la robótica y es una gran introducción al inicio y desarrollo del trabajo y mejoramiento de las máquinas en servicio de la humanidad.
Susan Calvin es una robopsicóloga que trabaja con la U.S. Robots y es a través de su punto de vista (cuando ya es una mujer mayor) que iremos conociendo todas las épocas del desarrollo robótico: desde cuando no podían hablar, hasta que lo lograron, luego su desarrollo para trabajar en otros planetas hasta llegar a la gran inteligencia que desarrollaron estas máquinas para llevar las riendas de todo.
Susan es la encargada de contar experiencias que tuvo trabajando con los robots por muchos años, donde ella era llamada para trabajar con personas inteligentes pero también molestas y siempre están en aras de lograr lo mejor para los seres humanos. Muchos problemas deben resolver cuando hay problemas con los robots y la robopsicóloga siempre es la que de alguna manera es parte vital en la solución de estos problemas, porque como dicen sus amigos tiene una personalidad muy fría y parece querer más a los robots que a los propios humanos.
Yo, robot es una novela de ciencia ficción muy cargada y por eso no deja de ser muy interesante. Si bien es corta, muchos de sus pasajes están llenos de información muy bien construida sobre cómo funcionan los robots y cómo se han llego muchos de los desarrollos de sus habilidades con el tiempo. Cada uno de los relatos abarca distintos problemas sobre la relación de los seres humanos y su dependencia creciente de los robots para luego pasar al rechazo. Puede verse como un gran compendio, un esquema inicial que plantea el autor del desarrollo de la robótica en la tierra, obviamente en una realidad paralela.
Por eso y por tantas páginas de diálogos sobre trabajo robótico, puede llegar a hacerse aburrida o pesada para muchas personas. Por eso mencioné que es ciencia ficción dura y los personajes de la historia son menos relevantes que los mismos robots. A mi me ha parecido un libro escrito con corrección pero con soltura al mismo tiempo. Son los personajes quienes explican mucho de la lógica robótica y es una forma de explicarlo al lector más entendible. Hay pequeñas dosis de humor, de pasajes que no puedes dejar de relacionar con la robótica actual y pensar si estos planteamientos algún día se harán realidad.
Este libro me ha parecido supremamente nutritivo para mi amor por la ciencia ficción porque me ha ampliado el horizonte sobre la relación de las máquinas con el hombre, que si bien aún no se ha llegado a la etapa de robots pensantes como lo plantea Asimov, actualmente dependemos de ellas más de lo que creemos. Una lectura indispensable para los amantes del género.