Argumento: Una chica bien, que está a punto de casarse con su novio de siempre, sufre un accidente, al caer por las escaleras de su portal, quedando su íbido desde entonces, a la máxima potencia. Eso hará que busque relaciones sexuales con personas a las que antes no haría ni caso, como el sobrino de su jefe, al que antes tenía asco y ahora.... --- Mi opinión: ”Vais a ser testigos de mi confesión, y os juro que para deciros, yo soy ninfómana, hay que saber olvidar la vergúenza y el pudor. Es difícil, pero después de decirlo una se siente liberada.”
Director: Max Pecas --- Intérpretes Principales: Sandra Julien, Janine Reynaud. Yves Vincent. Patrick Verde. Michel Lemoine, Alain Hitier. Bob Ingarao, Michel Charrel, Michel Vocoret. Hélène Tossy. Richard Saint-Bris. France-Noëlle. ---
Una de las películas que el erotómano Max Pecas dirigiera durante la década de los setenta y, posiblemente, la mejor de ellas. No es que sea buena, ni mucho menos, pero al menos no cae en el aburrimiento extremo y se puede ver si no se tiene nada mejor que hacer.
Es verdad que es bastante tonta, si se ve ahora, en pleno siglo XXI, pero admito que en los años setenta del siglo XX podía tener su aquél, eróticamente hablando. La protagonista no lo hace mal y por lo menos es bellísima. En cuanto a las escenas subidas de tono, no caen en el amaneramiento extremo ni en la postal pero, repito, vistas ahora son de lo más normal Por lo menos no molesta.