Revista Cine
QUERIDA Peppy:
Con algo de pudor, quisiera confesarte que yo también he caído rendido a tus encantos. El flechazo surgió un domingo por la tarde en la Sala Roxy B, en la calle Fuencarral, donde me refugié del frío entre escéptico y renuente.
Mi resistencia duró hasta que apareciste en pantalla inundándolo todo. Pura seducción. Nunca podré olvidar esa mirada angelical, entre pícara y risueña. Ni tus pasos de baile, ni tu talento interpretativo, que me hicieron enmudecer.
Salí del cine con una sonrisa que aún perdura. Me dijeron que era una película muda, pero no es cierto. La turbación que sentí desde la butaca 14, en la fila 12, fue más elocuente que muchas palabras. A veces, las palabras no son tan necesarias.
98 minutos de cinta que me supieron a poco. Una película como la de antes. Risa, emoción, bondad, belleza… conceptos que no están de moda.
Saluda a tu afortunado esposo en la vida real (Michel Hazanavicius, el osado guionista y director de The Artist) y, por supuesto, al célebre George Valentin (Jean Dujardin) alérgico a un mundo con sonido. Afectuosamente, tu ya no tan secreto admirador, F.
P.D.: Suerte en los Premios de la Academia y feliz día de San Valentín. :-)