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Yo también como macarons... pero no soy cool

Publicado el 20 diciembre 2010 por Martaoz
Yo también como macarons... pero no soy cool
Pues si, lo confieso, yo también como macarons. Pero creo que no lo hago como lo debo de hacer.... por lo menos si mi mente fashionista pretende en algún momento estar en el grupo de lo más cool.
Mis macarons no son ni verdes, ni rosas ni de ningún color pastel, no tienen el mismo tamaño, ni vienen en delicados paquetitos escritos en francés y para mi no nacieron ayer. No organizo meriendas fantásticas (seguramente por falta de tiempo), sino que lo hago como mi padre y mi añorado abuelo me enseñaron desde pequeña. Los tomo envueltos en una sencilla bolsa de celofán el día de San Blas, bueno y en algún momento del año en el que la nostalgia y la gula  llaman por partes iguales a mi puerta.... Y no, no los traigo de París, sería absurdo hacer algo así cuando en Bilbao siempre se han comprado en lugares tan míticos y auténticos como la pastelería Arrese o la vieja confiteria de Santiaguito, y los tengo a la vuelta de la esquina. Pero ojo, los tomo de toda la vida ¿Eso me hace más moderna? A mi padre le encantaban y a mi también.
Yo también como macarons... pero no soy cool
Yo también como macarons... pero no soy cool
Mis macarons creo que son un poco cutres, os lo digo de verdad. Son marrones!. Si, es cierto, existen de este color, y hombre teniendo en cuenta que el camel es el color de este invierno, igual por el momento me salvo....Y lo peor es que a pesar de que mi progenitor y yo somos los únicos de la familia que hablabamos francés (no es por nada pero mi punto exagerado os dice que casi a la perfección) jamás les hemos llamado "macagooooons". Para nosotros sencillamente eran macarrones.
Adoro París, poca gente que me conoce no sabe este dato de mi, pero de todas las veces en las que he estado nunca me he traído una pomposa bolsa, porque para mi como los macarrones de Bilbao no hay. Lo siento pero yo a París voy a otras cosas..... Corría el año 85 cuando mis padres me llevaron por primera vez a la ciudad que más  me fascina por excelencia, y desde entonces por una razón u otra he tenido la suerte de volver en estancias mas cortas o largas . Ellos por trabajo iban unas 4 veces al año, y recuerdo como si fuera ayer el primer sitio al que me llevo mi madre, al mítico Fauchon en la Place de la Madeleine. Ella me conoce y sabia que me iba a volver loca. No hay nadie que lo conozca y no le apasione Fauchon, y mas en aquella época en la que descubrías que existía un lugar tan mágico en el que todos los días llegaban por avión de todas partes del mundo frutas y manjares que no sabias ni que existían. Recuerdo los foies, las latas de escargots, las barras de frutas escarchadas, la innumerable lista de tés ....y como en mi familia somos gentes sin complejos pegábamos la nariz a su escaparate para ver como lo mejor de París hacia allí sus compras. Pero lo que no recuerdo es que mi madre me dijera algo así como "hija comprate unos macarrones que son muy típicos de aquí". No sé, quizás es que nunca me coincidió un viaje por San Blas, puede ser....
Yo también como macarons... pero no soy cool
Pero lo que si sé es que cada 3 de febrero me caía un cordón bendecido por el Santo, unos caramelos de malvavisco y un paquete de gordos e irregulares macarrones que me sabían a gloria.... Así que sí, yo también adoro esos pequeños pastelitos que ahora se han puesto tan de moda y se tiñen de colores para mi inimaginables en ellos porque de esta forma no saben mejor pero lucen más.
Según mi escaso entendimiento los macarrones no son mas que una pequeña galleta de origen árabe, que lleva almendra, clara de huevo, canela y un toque de limón. Si queréis la receta sin tener que acudir a un curso con su correspondiente fotografía de grupo la tengo, no tenéis mas que pedírmela, y nada mas ni nada menos que la receta de Marichu (esto creo que es menos cool aun). Pero jamás me preguntéis como teñirlos de colores pastel porque no tengo ni repajolera idea de como se hace, mucho menos el mínimo interés y seguramente si pudiese preguntárselo a la tal Marichu me respondería con un "¿Que tonterías son esas?"
Así que supongo que ante semejante y osada confesión esto me repudia al grupo "nena tu no eres moderna"y la verdad es que teniendo en cuenta que este es un blog de moda, me he dado cuenta que quizás lo tenga que cerrar... Pero lo que es cierto, es que mi padre me los descubrió cuando era muy pequeña, y que a pesar de la clase y estilo que rezumaba por los cuatro costados y que sus enseñanzas sobre el mundo de la moda eran inagotables e impagables, él nunca hubiera admitido en su personalidad ser cool. Probablemente hubiera dicho que eso es una gilip...ez. Así que quizás eso salve a este humilde pero impetuoso blog de caer en la ignorancia y el repudio y os hagáis seguidores de él.
Dedicado a Raquel, porque día a día nos demuestra que para tener clase y estilo no es necesario disfrazar de ornamentos artificiales aquellas cosas que por su autenticidad no lo requieren, simplemente basta tener conocimiento sobre ello
Yo también como macarons... pero no soy cool

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