Así, de esta manera, comienzan unas famosísimas y antiquísimas sevillanas (cante y baile típico de nuestra tierra) con las que parece saltar en nosotras (y en más de uno) un resorte que hace levantarnos y ponernos a danzar sin dilación. No en vano, el estribillo de su letra dice...
Se van solos los pies, sin querer,dan ganas de bailar, de bailar,dan ganas de bailar.Ole con ole y olé,que con el ría, ría, ría pitá.
Pero no son las castañuelas nuestro tema de hoy, no.... Es algo menos artístico y más mundano. ¡Los mal llamados palillos de dientes! Y diréis vosotros... ¿mal? ¿por qué? Pues porque está muy feo usarlos para "limpiar la dentambre". ¡Señores! ¡Un poquito de por favor! Los palillos están para otros menesteres, tales como pinchar con ellos ciertos alimentos que se colocan de entrantes o aperitivo en nuestras mesas, o simplemente para decorar ¿O no? Pues ya está todo dicho, caramba.
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Esta última imagen es nuestra versión preferida, de nuestra querida amiga Nika Vintage, quien siempre encuentra maravillas. ¡Pasaos a ver su blog!
Y vosotr@s.... ¿tenéis palilleros?