Yo una vez vi un toro
25 abril 2014 por evasinmás
Ahora que los políticos del PP están poniendo de moda hablar de los toros, aprovecho el tirón para decir que yo una vez vi un toro de verdad. Lo cuento porque, al vivir en Canarias, las corridas de toro no forman parte de la cotidianidad en mi vida. A algunos canarios se les llena la boca diciendo que en estas islas no hay toros porque somos muy sensibles con los animales, pero siento decirles, que, en cambio sí que hay peleas de gallos y de perros. Lamentable. La caída en desgracia de los toros (me adelanto a una hipotética respuesta de Esperanza Aguirre, presidenta del PP de Madrid) no se debe a un ataque de antiespañolismo, sino a que, entre otros motivos, traer toros en barco para un pueblo poco aficionado pues no permite ni ofrecer un “espectáculo” de calidad, ni sacar un rendimiento económico que se diluye en gastos de desplazamientos.
No hay foto disponible por purito miedo.
No obstante, el tema que quería contarles es que yo una vez vi un toro. Estaba libre, rumiando en el campo, y yo estaba subida en una moto, por la carretera del Puerto de Palomas, en Cádiz, sin verja ni quitamiedos que nos separara del animal. Fue impactante y hermoso observar a semejante bestia, tranquila, sana, sin chorretones de sangre en su lomo, sin tener que luchar por su vida. Porque a mí no me vale ese argumento de los taurinos sobre la supuesta capacidad de estos animales para no sentir el dolor que nosotros, los incultos antitaurinos, pensamos que padecen. Ah, y luego está eso de que sin las corridas de toros, esta especie desaparecería. Pues no veo yo que pongan el mismo interés por defender cualquiera de las decenas de especies que están hoy en peligro de extinción. Y si para conservar hay que torturar, pues casi mejor que desaparezcan.
Pero ya me fui otra vez del tema. La cuestión es que yo una vez vi a un toro delante de mí. Y tenía una cámara de fotos en la mano. Pero resulta que, como no tengo los huevos que se les presuponen a los españoles de verdad, ni tengo espíritu torero, me dio tal miedo que salimos pitando y no me atreví a esperar, ante la mirada directa del toro, los segundos necesarios para el click. Así que lo siento, pero en esta entrada, no hay imagen disponible.