Una historia de amor y aventuras en la isla donde nada es lo que parece.Un pequeño pueblo de Sicilia, un lugar de agreste belleza, vibrante de colores, aromas y sabores.Cuando hereda una casa junto al mar, Lisa Vogel, ejecutiva reconvertida en profesora de yoga, está convencida de que finalmente podrá dejar atrás sus crisis personales y laborales y emprender el camino hacia la felicidad.Sin embargo, la isla no está habitada únicamente por gentes amables y bienintencionadas, sino que guarda más de un secreto relacionado con su familia…A Lisa le esperan muchas aventuras, y enamorarse del hombre equivocado es apenas una de ellas.
Hardcover, 384 pages/Published October 2015 by Ediciones B/Nota 4/Agradecimientos a la editorial
En la vida aparte de decisiones, también parece ser que siempre nos llega ese momento justo en el que todo nos va mal, en el que el karma es negativo y un cambio de aires nos viene bien o hay una persona que de algún modo nos rescata.
Yoga a la siciliana es como un baño en pleno octubre,refrescante,divertido y entrañable.
Con todo lo que aporta el autor al libro, te dan ganas de irte de viaje a esta hermosa isla, de dejarte seducir por sus olores,sabores y también porque no, por los lugareños, personajes atípicos ,pero encantadores.
Siempre hay una delgada línea que separa la verdad que te han querido contar y la realidad, pero cuando estas dos se encuentran es cuando hacen que choquen y que como lector te encuentres en que lo sabes todo, pero a la vez no sabes demasiado.
Eduardo Jáuregui ha tomado como punto de partida la felicidad,el yoga y otros conceptos que mezclados con la trama que nos interesa, todo toma un cariz distinto, eso hace que Yoga a la siciliana no se pueda encasillar o etiquetar, toca muchos palos o tipos de novela.
Empecé a leerla sin saber que me encontraría entre sus páginas y terminé cautivada por Sicilia, por el pasado que asoma tras unos leones, íncluso por la mafia italiana que tiene su hueco de forma secundaria en un primer instante pero cuando toma protagonismo, me sentí intimidada, pero a la vez protegida por cierto personaje que cautiva al lector.
Elisabetta es otro de esos personajes femeninos que sin haberla podido escuchar, con la narración que nos hace la madre de Lisa, ya nos enamora y cuando terminas de leer el libro, te das cuenta de que sabes el tipo de persona que era y que sería si le hubiesen puesto más voz.
No, no me olvidé del Yoga, pero como desencadenante de este primer libro que leo de Eduardo Jáuregui me ha hecho que me pique la curiosidad de muchas cosas.
Yoga a la siciliana ha sido un ¡mamma mia! constante.