¿Yoga, pilates o yoguilates?

Cuando me preguntan si es mejor practicar Yoga o Pilates, mi respuesta suele ser más o menos la misma: los dos métodos son igual de buenos y efectivos, siempre y cuando se realicen con conocimiento y disciplina.

Tanto el Yoga como en el Método Pilates consideran que los ejercicios mente-cuerpo, llegando a realizar posturas muy similares, poniendo un especial énfasis en la respiración profunda y controlada para reforzar la efectividad de los ejercicios o posturas (en el caso del yoga).

En el Yoga se utilizan diversos tipos de respiración, (abdominal, de fuego o intercostal, entre los más conocidos), mientras que en el Método Pilates, se utiliza la respiración intercostal o torácica como base a sus diferentes ejercicios, ayudando a aplicar los principios de Pilates, es decir, facilitando la concentración y la coordinación de los movimientos, pero en ambos métodos hay muchas posturas que son similares (por no decir que casi son iguales), en las que la única diferencia es la manera en la que se llega a ellas y la respiración utilizada en la ejecución de las mismas.

Mientras que la práctica del Yoga se basa en una serie posturas estáticas denominadas asanas (a excepción del Kundalini y otras disciplinas más dinámicas) que armonizan la elasticidad, fortalecen los órganos internos y equilibran el sistema nervioso, en el método Pilates se realizan una serie de movimientos basados en la fuerza y control del centro abdominal (core o power house), con un limitado número de repeticiones de cada ejercicio, que promueven un equilibrio músculo esquelético y mejoran el alineamiento de la columna, modelar los músculos para alargarlos y estilizarlos, fortaleciendo a la vez la musculatura profunda que por lo general, tendemos a abandonar a medida que vamos envejeciendo.

Pero, ¡ojo! No es lo mismo por ejemplo, practicar Hatha yoga que Bikram yoga. Dentro de la filosofía del yoga hay una serie de escuelas o variantes que pueden hacer que una sesión de yoga sea tranquila o meditativa (Hatha Yoga, Yin Yoga, Bhakti Yoga, Pranayama, etcétera), a una sesión más dinámica y activa (Kundalini Yoga, Bikrham Yoga, Vinyasa o Asthanga Yoga, Iyengar Yoga, etcétera…), por lo que os aconsejo que os informéis bien sobre el tipo de yoga que os gustaría realizar.

Volviendo a las comparaciones, tanto en el Yoga como en el Pilates, la respiración toma un papel destacado para reforzar la efectividad de los ejercicios o posturas (en el caso del yoga). En el Yoga se utilizan diversos tipos de respiración, (abdominal, de fuego, intercostal, entre los más conocidos), mientras que en el Método Pilates, se utiliza la respiración intercostal o torácica como base a sus diferentes ejercicios, ayudando a aplicar los principios de Pilates, es decir, facilitando la concentración y la coordinación de los movimientos.

Para los que no tengan claro si elegir Yoga o Pilates, una opción intermedia puede ser la práctica del Yoguilates. En estas clases se combinan diversos elementos de Yoga y Pilates, aprovechando las similitudes de ambos métodos: ambos consideran los ejercicios mente-cuerpo y ponen énfasis en la respiración profunda y controlada.

En el Yoguilates suele compaginarse asanas o ejercicios estáticos (de Yoga) junto a otros mucho más dinámicos (de Pilates), dando como resultado una sesión muy divertida, completa y efectiva.

¿Y vosotros? ¿Habéis practicado alguna vez Yoga, Pilates o Yoguilates? ¿Qué os ha parecido? ¿Os gustaría realizar alguna sesión? Estaré encnatada de leer vuestros comentarios!!!

Besos desde mi blog!!!