Yoga y embarazo

El yoga es una disciplina física y mental de origen hindú. Significa "unión" y quien lo practica nos recomienda hacerlo (entre otros motivos) para obtener bienestar tanto físico como mental

Evidentemente, a las embarazadas, el yoga les permite cuidar de su cuerpo, de su mente, y protegerse para recibir de forma relajada al bebé que está por nacer, también permitirá comprender mejor los cambios sufridos y vivirlos plenamente en el cuerpo. Este ejercicio, que armoniza cuerpo y mente, alivia también problemas muy comunes durante el embarazo como la hinchazón, las manchas, las estrías y los dolores de espalda y de piernas. Además, el yoga permite que la mujer embarazada conserve la elasticidad de su cuerpo. La práctica de este tipo de ejercicio físico suave es una de las recomendaciones en las que más insisten los ginecólogos actualmente. Además según un estudio de la Universidad de Michigan (EE.UU.), también reduce los síntomas depresivos durante la gestación fruto del baile de hormonas que sufre la mujer

Algunas ventajas del yoga durante el embarazo:

• Proporciona y conserva la elasticidad al cuerpo

• Mantiene la agilidad muscular

• Aumenta las posibilidades de un parto natural y una rápida recuperación

• Relaja la mente y la mantiene tranquila y equilibrada

• Ayuda y controla la respiración y la circulación

• Ayuda a solucionar problemas como la hinchazón de pies y piernas, dolores de espalda, etc.

• Aporta seguridad a la futura mamá

• Ayuda con las digestiones

• Mejora el estrés y alivia el cansancio

El Hatha Yoga es uno de los yogas más básicos, está indicado especialmente para las embarazadas. Según la profesora de Mónica Estaño:

"Su principal objetivo es ayudar a que los nueve meses, el nacimiento y el postparto se desarrollen de la forma más sana y relajada posible, la mujer desarrolla confianza y aprende a escucharse a sí misma y los ritmos naturales de su cuerpo".

Es importante que se realice correctamente y aconsejable que se consulte al médico antes de empezar a practicarlo, sobre todo si nuestro cuerpo no está acostumbrado a realizar ejercicio. Las asanas (posturas) varían a lo largo de los tres trimestres del embarazo:

• Durante el primer trimestre del embarazo las posturas que se realizan representan el elemento "agua" y favorecen la relajación.

• Durante el segundo trimestre los ejercicios deben encaminarse a relajar la espalda para evitar los problemas de ciática que se derivan de las tensiones que se producen en la zona baja de la espalda.

• Durante el último trimestre, dado que se aproxima la hora del parto, los ejercicios están orientados a la relajación y a una correcta respiración.

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