Como no me atreví a empezar por El almuerzo desnudo porque he escuchado muchas veces eso de que "es una locura" me decidí por uno de los primeros libros de Burroughs. El título es bastante explicativo, lo sé, pero es que Burroughs nos mete de lleno en lo que es la vida de un adicto de la forma más cruda que os podáis imaginar.
Habla desde la sabiduría y su propia experiencia, lo que lo hace incluso más duro. Vemos a un hombre que, carente de motivaciones, decide empezar a chutarse y que nos explica detalladamente todas las sensaciones que padece. Su relato asusta por lo real, quienes lo hayáis leído sabéis a qué me refiero. El tema del libro es claro y meridiano, la droga y sus consecuencias, pero es que a pesar de la simpleza de la historia (por decirlo así) Burroughs tiene una lucidez increíble al explicar sus correrías. Es impresionante cómo puedes sentir físicamente lo que te está explicando... esto, por supuesto, es malo porque a veces he tenido que parar de leer; me mareaba. Diría que muchas utiliza le mot juste y esto ha sido lo mejor del libro, sin duda, ¡qué capacidad de descripción tan precisa!
Debo tener un punto masoca porque a pesar de que las drogas no me llaman nada, el libro me ha parecido muy interesante. Creo que Burroughs no hubiera sido él sin todas estas vivencias. He tomado la lectura como el visionado de un documental: ves la dureza del mundo de los drogadictos, lo (tremendamente) mal que lo pasan con el mono, el oscuro mundo que los rodea y los peligros que conlleva meterse en un mundo tan mezquino.
Así que quien quiera bajar al subsuelo sólo para observar, recomendable. Quien no sienta ni un ápice de interés por drogatas y sus vicisitudes, obviable.
Nota: 6'5
Lo mejor: La lucidez y precisión de la prosa de Burroughs, me ha parecido increíble. Además es una lectura viva y fácil.
Lo peor: Lo he pasado un poco mal leyendo algunas de sus experiencias porque todo es tan sórdido y realista que no lo puedes evitar.