Parece ser que la terminología policial es altamente clarificadora de cuáles son los intereses que defienden algunos, después de leer y escuchar las palabras del Jefe superior de la Policía valenciana sobre quiénes son los enemigos y que la actuación policial fue proporcionada ya no me queda otra opción que decir que yo también soy el enemigo.
Desprecio el buenismo político ese que quiere refugiarse en las palabras esperando que las mareas amainen y que la sociedad se canse de pedir responsabilidades para conservar el cargo. Es más entiendo la política como un compromiso temporal con la ciudadanía para luego incorporarse al puesto de trabajo de uno. ¿Con semejantes responsables políticos como podemos esperar policías distintos? Para que las ovejas negras no balen hay que aislarlas social y jerárquicamente. Si el superior es cómplice entonces la violencia campa a sus anchas entre quienes tienen impunidad para ejercerla.
Las imágenes, que todos y todas hemos visto, y que ni el Policía ni la Delegada del Gobierno conocen, reflejan una actuación policial desproporcionada, como lo fue el desalojo del Cabanyal, las cargas contra el movimiento 15M así que probablemente en Valencia hace tiempo que tienen un problema. Cuando hay un problema no hay que huir del conflicto sino intentar buscar quiénes son los responsables de que se haya producido. Las causa última es, aunque el funcionamiento de los medios de comunicación nos haga difícil discernirlo, la carencia de calefacción en el centro IES Lluís Vives.
Eso es un hecho concreto, algo que tiene que ver con la situación por la que está pasando la Educación Pública en Valencia y el resto del Estado. Porque ahora todos somos Valencia y el hecho concreto en un IES determinado afecta a todos y todas. Sino somos capaces de construir una contestación social lo suficientemente amplia y fuerte contra quienes siguen preconizando la necesidad y la justicia de las reformas laborales, las nuevas medidas de justicia, la pérdida de derechos de todo tipo, nuestros actos no servirán para nada pues nos seguiremos perdiendo en un individualismo activista que no preocupa para nada al sistema económico.(Uno a uno podrán reprimirnos pero todos juntos va a ser más complicado.)
Y con las manos como nuestras armas.
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