Morten Harket, cantante de A-ha
Dudo mucho que por aquel entonces hubiera lápices más pequeños y afilados que los nuestros, entre los blancos y altos muros del Sagrado Corazón. Las esporádicas reuniones en la papelera de clase eran, junto a la media hora de patio, el único alivio para nuestra adolescente verborrea, desde que la hermana Mercedes sospechara de tanta incontinencia y nos atrapara en los lavabos leyendo y comentando a escondidas el Superpop.Tú me pasabas fotos de Thomas Anders y yo la ti los pósters de Morten Harket. Tu voz grave no llegaba a los agudos de Take on me, y me pediste que te la cantara al oído, una vez. En justa correspondencia, un viernes a la salida de la disco, despeinada y muerta de frío, tú me cantaste Lady Lai.
Thomas Anders (Modern Talking)
Hey, you're like a butterfly
Oh stay, oh give my love a try
Tonight, I'm fallin' in love
Stay, I wanna be your man
I feel, I'll never feel again
Tonight, I'm fallin' in love
El lunes siguiente llegaste a clase con faringitis y el martes te regalé una bolsa llena de caramelos de miel para que te suavizaran la voz.
Tú me pintaste los labios por primera vez. Sólo a ti podía perdonarte la risa, ante mis patéticos intentos de no despintármelos y, al mismo tiempo, beber de una lata de Coca-Cola.
Tras el divorcio de tus padres desapareciste del colegio. Comprendí el significado de la palabra desorientación. Me escribiste, y volví a ubicarte(me). Empezamos así otro tipo de diálogo, casi tan intenso como nuestras conversaciones de vuelta a casa en los asientos del fondo del autobús. Algo pasó, sin embargo, un año después. Nacho o Jorge, no recuerdo bien. Tus cartas fueron espaciándose cada vez más. Decidí castigarte con mi silencio. Claudiqué a los dos meses y te escribí diez páginas. Nada. "Remitente desconocido" dos semanas después.
Empezó la universidad. Pasaron Laura, Elisabeth y Ana. Yo seguía escribiéndote cartas que iba guardando en una carpeta azul. Llené media estantería de la biblioteca con carpetas azules. Empecé a dudar que algún día recuperaríamos el tiempo que nos estaba robando ese malvado remitente sin nombre.
Ana no quiso cantarme el Lady Lay, aunque se lo pedí varias veces. Decía que ya éramos demasiado mayores para esas cosas. Así que yo también crecí. Al final te acabas acostumbrando.
"Remitente desconocido", rezaba también el paquete que recibí hace unos días. Dentro había una carta en la que me contabas tu vida de los últimos años. No quisiste que supiera nada, aunque las enfermeras te oyeran gritar mi nombre cuando te daba el mono. No quería que me vieras así. Junto a la carta me enviabas la cajita de bambú con una flor azul pintada en la tapa que te regalé cuando cumpliste diecisiete años.
It's been a long time since I came around
Been a long time but I'm back in town
And this time I'm not leaving without yoü