Yo también tengo días malos. Entiendo lo que es estar harto. Pero no lo pago con los demás. Me lo como y lloro sola. No voy haciendo sufrir a los demás por mí. Prefiero estar a mi aire, que caigan los lagrimones y que se me pase.
A mí también me gustaría desaparecer por un día o simplemente no despegarme de las sábanas. Hay días en los que piensas que hubiera sido mejor no salir a la calle, pero lo hecho hecho está y te va a tocar aguantar. Guardarte las angustias bajo el ombligo y poner una sonrisa de "estoy fenomenal". Sacar las ganas de donde no hay.
Porque al fin y al cabo es lo que nos han enseñado, a que si te ven feliz, les cuesta más poder contigo. A que las personas amargadas te dejan en paz si te ven alegre porque ellos sólo pueden unirse a personas tristes.
Pero hay momentos en los que tirarías la toalla, mandarías todo al carajo y le dirías dos cosas bien dichas al imbécil que pretende que te hundas.
Para eso días, recomiendo música, escribir, y dar largos paseos para airear la cabeza. Y sobretodo hablar con alguien cercano, que se preocupe por como estás. Que sepa que siempre sueles poner una cara agradable y decirle algo bonito a quien tienes delante, pero que también necesitas que te escuchen de vez en cuando, cuando las cosas parecen no ir tan bien y el mundo pierde sentido. Te has derramado el café por encima y justo hoy estrenabas jersey blanco.
Qué importantes son los amigos, qué bueno es tenerlos cerca, para contar batallitas, comentar la jugada, emborracharse a cañas, recordar viejos tiempos, criticar, cotillear, planear aventuras, saber qué tal va todo... Qué haríamos sin ellos? Prefiero no imaginármelo.
Gracias amigos y amigas que os preocupáis por mí y que sabéis que ahora mismo no estoy en mi mejor momento. Todo pasará.
Besos, sonrisas, y feliz jueves!
A.
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