
Mavis Gary es una escritora de novelas adolescentes que vive con su perro, no tiene novio, bebe mucho y es igual de madura que los personajes de sus novelas. Todo ello convierte su vida en una depresión continua, hasta que un día le llega un mail de un ex-novio del instituto, Buddy, invitándola a celebrar el nacimiento de su hijo. Mavis piensa que esta es la oportunidad perfecta para recuperar a su amor de la adolescencia y decide volver a su pueblo, de donde "huyó" hace ya mucho tiempo. Allí hará todo lo posible por conquistar a Buddy.

Las películas de Jason Reitman son todas la mar de simpáticas y encantadoras. Si bien, tienen un puntillo de contacto con una realidad algo triste y dura, huían de entrar en los detalles más escabrosos y conseguían resultados inteligentes y amables al miso tiempo. En Young Adult no ocurre lo mismo, el drama en el que se ve sumido la protagonista y la situación tan desagradable que provoca hacen que no nos sintamos tan atraídos por su figura y que nos revolvamos más de una vez en el asiento. Y es que Mavis Gary es un personaje desagradable, con unas intenciones deformes y unos ideales nada buenos. Lo peor de todo ésto no es el hecho de que no encarne a la perfección en persona (tampoco lo hacían George Clooney o Aaron Eckhart), lo peor es que en todo el film la esperanza de que Mavis rectifique o se de cuenta de sus errores se diluye hasta que la observamos totalmente perdida en la vida, y además tenemos que aceptarlo porque no le queda otra a la protagonista que ser como es.
