Adaptación de una obra teatral de John Frederick Ballard, en la que se abordaba el tema de la delincuencia juvenil. (FILMAFFINITY)
Rodada con límpida naturalidad, el maestro Borzage nos regala este retrato, uno más, de la América más desconocida, víctima de la terrible depresión de los años 30, personificada en la historia de un pequeño delincuente, el joven Simpson, y en sus dificultades para encaminarse por el lado correcto de la vida. La película es un canto a la amistad en la infancia que permite a Borzage demostrar su inmensa y contemplativa sensibilidad, tan cercana para con los derrotados perdedores de la vida, acogiéndose a los códigos de los filmes de denuncia tan propios de los años 30, pero sin dejar de darle su toque tan especial, su inimitable “estro” poético. No podía faltar –tema obsesivamente presente en su filmografía- la muerte del inocente, del puro, que llevará a su extremo expresivo, casi morboso, en la posterior “No greater glory” (1934) con la dramática muerte del joven Erno y que reaparece como “leitmotiv” esencial en su maravillosa “trilogía alemana”: “Little man, what now?” (1934), "Three comrades" (1938) y "The mortal storm" (1940). Buena interpretación de los muchachos protagonistas Tom Conlon y Ralph Borzage -hijo del propio director- y sorprendentemente buen trabajo del habitualmente estomagante Ralph Bellamy. -Gould FilmaffimityONLINE/D. VOSEONLINE/D. VOSE 2