Revista Cine
Director: Alfred Hitchcock
Me ha gustado y entretenido "Young and Innocent", protagonizada por Nova Pilbeam, a quien ya habíamos visto en "El hombre que sabía demasiado". Acá interpreta a la hija de un policía que... bueno, primero el contexto: en una lluviosa noche, una actriz discute fuertemente con su celoso ex esposo, que no acepta el divorcio y la acusa de toda clase de cosas inmorales. Al otro día, el cadáver de la actriz es encontrado en la playa, mecido por las olas. Un sujeto llamado Robert Tisdall encuentra el cadáver, reconoce a la actriz (es amigo de ella, las malas lenguas dirán otras cosas pero a las malas lenguas no hay que hacerles caso) y corre a buscar ayuda, pero justo dos muchachas lo ven "huir" del cadáver, lo acusan de ser el asesino, los policías no se esfuerzan en encontrar la verdad ("fuerte evidencia tenemos contra él", un cinturón todo cagado, y para mí es la evidencia más circunstancial y débil que cualquier película podría inventar), y ya tenemos a nuestro inocente hombre acusado de un crimen que no cometió. Su única salida es encontrar un abrigo, el cual demostrará su inocencia (¿?), y para ello contará con la asistencia de Nova Pilbeam, que seguirá su corazonada aún si debe desobedecer a su padre, el jefe de los policías. No obstante la frivolidad con que conté la premisa, me ha gustado esta película, me parece una buena película: dentro de todo, tiene un buen misterio, un buen relato y, sobre todo, muy buen suspenso, especialmente en su genial tramo final, toda esa magnífica secuencia en el hotel, con la banda de música, el tic, esos planos secuencia, la cámara haciendo toda clase de piruetas (coherentes y justificadas), el antagonista cayendo bajo el peso de su propio nerviosismo (brillante recurso, verdaderamente brillante: esa progresiva debacle psicológica), en resumen, Hitchcock en todo su esplendor para cerrar un desenfadado argumento en el que, claro, importa menos la "verosimilitud" de la trama que ese impulso hitchcockiano, la búsqueda de la verdad, la injusticia y las intrigas a la vuelta de la esquina, todo sazonado con ese delicioso sentido del humor y festiva libertad creativa con que Hitchcock impregna sus obras, al menos las de su etapa británica (silente y sonora), antes de llegar a Hollywood para quedarse. Ya pronto arribaremos, ya pronto arribaremos...Por lo pronto, acá tienen una amena y entretenida (nada muy intenso, nada muy sombrío, nada muy desolador) película narrada con suma, suma agilidad. Un divertimento de tomo y lomo, una incuestionable gozada. Y qué bien engarzados quedan los planos de las maquetas y trenes/vehículos a escala con los planos de la "acción real", qué maravillosos deben ser esos sets en miniatura. En "Number Seventeen" todo el arco final ocurre en uno de esos trenes a escala, y les digo, queda de lujo y ni se nota que son juguetes...Disfruten de estas películas, vamos...