Con la llegada de Internet, muchos fueron los que aprovecharon, este gran invento tecnológico, para dar a conocer sus habilidades al resto del mundo. Y, Youtube se ha convertido, dentro de este mundo, en la mejor herramienta para tal fin. Sin embargo, creo, que no todos saben distinguir muy bien entre lo que es una broma y lo que es hacer daño a alguien.
De este modo, durante los últimos meses en España ha habido una revolución en cuanto a las bromas de “youtuber”, entre los cuales, todo hay que decirlo, se encuentra gente con miles y miles de seguidores. Así pues, a principios de Diciembre vimos como uno de estos youtuber más famosos de España, MrGranbomba, realizaba una broma. En dicha broma, MrGranbomba preguntaba a un repartir por una zona concreta de la ciudad de Alicante, llamándole “Cara-anchoa”. Tras ver, y aquí narro lo que se ve en el vídeo, el cual según algunas personas, puede estar manipulado, la reacción del repartir, el protagonista le explica que es una cámara oculta, y que forma parte de un experimento para un trabajo de la universidad. Sin embargo, el repartir no se queda conforme, y al final le pega un manotazo en la cara. Y aquí es cuando salta la polémica, por la reacción del repartir, algo exagerada en mi opinión, aunque también hay que ver la versión del mismo, el cual argumenta que el youtuber siguió insultándolo hasta ese momento, pero que MrGranbomba ha cortado el vídeo. Al final, un juez decidirá lo que realmente pasó. Pues bien, esta semana han vuelto a escena este tipo de bromas, esta vez de la mano de Abel García. Abel pide una pizza, y una vez se la han llevado, mete la pizza en su casa, la rocía con gas pimienta y se la pone en la cara del repartido, causándole un picor de ojos considerable. La policía está investigando el vídeo, por si hubiese algún hecho constitutivo de delito. De hecho, hasta tengo dudas de que el gas pimienta sea legal en España. En este caso, para mi gusto, esta broma excede los límites de lo gracioso.
Yo, siempre estaré a favor de hacer bromas, pero bromas que hagan reír sin perjudicar a nadie, y menos aún cuando la gente está en su puesto de trabajo, por todo ello, creo que la gente debería de hacer una profunda reflexión sobre lo que es una broma graciosa y lo que es una broma de mal gusto.