Breve introducción: Los problemas de España, son de sus ciudadanos y por ende lo que
importa aquí, en este texto, es analizar o pensar las circunstancias de laexpropiación de YPFen función de
Argentina y sus ciudadanos,no de España y sus ciudadanos, por más que esten en algún punto relacionados. Tampoco es inteligente enrredarse en algunas argumentaciones patéticas por lo silvestres, de amplitud pletórica en su barroquismo nacionalista de algunos medios españoles. La vida no deja de sorprender, sobre todo a la hora del insulto gratuito que es un grave signo de ignorancia, atraso, decadencia y estupidez. En general en el mundo civilizado, se argumenta, no se insulta y menos desde los medios. Insultos, elípticos o no tanto, siempre empobrecen la inteligencia. No soy un experto, ni lo queiro serlo, en materia de energía, sólo ofrezco mi reflexión sobre este tema.
Aclaracíon: para aquellos que luego me envían mensaje pidiendo fuentes o reclamándome por algún dato, cada fuente en la que apoyo mis informaciones, son los enlaces en el texto.
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En nombre del amor, díos, la patria, y en Argentina Perón, se hacen y deshacen muchas cosas. Son líneas difusas, binarias y nada estables que ponen todo entre el bien y el mal. Los nombres sacrosantos nunca hacen bien. Aquello que nunca debió ser, fue y es.Hoy vuleve el mismo peronismo que privatizó a estatizar aquello que nunca en realidad debió ser privado. Hasta con los mismos actores pero en roles cambiados; los que antes eran de reparto ahora son protagonistas y al revés.Y no sólo no debió estar en manos de un tercer país, sino que menos aún debió estar en manos de una empresa que en materia petrolera y en aquellos años, era menos que un alfeñique, llamada Repsol para más datos. Empresa de capitales mayoritarios, en aquellos añoshoy no, de un país, España, que no era, ni es, ni será petrolero por su propia tierra. YPF nunca debió ser de otro país, no por un sentimiento nacionalista, sentimiento que rechazo, sino por que YPF era una de las tantas empresas con un enorme capital social, un valor y un orgullo que se transmitío de una generación a otra y la nueva debería ser o reconstruir esa misma impronta e ideario.
Y la historia da vueltas. Tantas que el filósofo Marx verbalizó que la historia se repite, primero como tragedia y luego como farsa. Pero no siempre debe ser así, ni lo es. Un error, aún el de privatizar YPF, siempre se está a tiempo de correguir Se sabe que aquél alemán duro crítico del capitalismo, erró más que acertar en sus predicciones futuras sobre el desenvolvimiento de las sociedades.Y es bueno eso si, tratar de que la repetición de la hisoria de tragedia a farsa no se cumpla en el caso de YPF. De nosotros, los argentinos, dependerá que esto sea o no así. Es decir, Argentinos a las cosas de una puta y buena vez en YPF Perdón por mi francés.
Luego de que el congreso culmine y de el marco final a la expropiación se abren, en realidad ya están abiertas, grandes incognitas sobre el futuro de YPF, sobre todo para que no sea ni farsa ni mucho menos tragedia. La primera: un proceso de pago por expropiacón y arreglo llevará años sobre todo por que España recurrirá, tal vez, a los tribunales internacionales como el CIADI, aunque por la radicación de su capital es una empresa argentina y también será un proceso largo por que Argentina querrá pagar lo mínimo y Repsol y España querrán que se les pague lo máximo; es decir que este proceso excede, al menos por ahora, la duración en tiempo del gobierno que expropió a Repsol y que lleva a la siguiente alerta: No es cuestión de hacer futurología (ni me interesa hacerlo) pero si estar atentos al devenir de las circunstancias que una vez hicieron dilapidar lo que no se debía, sobre todo para no toparnos en unos años con el regreso del conocido y decadente gatopardismo peronista. Estar atentos sobre todo para que Marx, una vez más, no tenga razón en aquello de la tragedia, farsa y de nuevo tragedia.
Las circunstancias son concretas. ¿Era Repsol el mejor inversor o socio para desarrollar los nuevos descubriemientos de energíano convencional de YPF?No. Liso y llano. No tiene el capital para hacerlo (así lo había admitido la propia empresa al buscar un nuevo socio y que ya había comenzado a vender su posiciones en YPF), ni mucho menos la tecnología,ni mucho menos la experiencia, know how sobre como extraer energía no convencional y me atrevo a decir la innovación para llevar adelante ese desarrollo.Sobra literatura en la red sobrela poca innovación de las empresa españolas en general. Se estima que la inversión para alcanzar todo el potencial de los recursos no convencionales del país es, en Euros, de 30 mi millones por año¿Era o es España un país que hubiera aportado ese capital? No. Liso y llano. Ni tampoco lo hubiera aportado Europa. Es sólo repasar hoy los títulos de los recortes presupuestarios en España donde el mismo presidente Español admite que no puede pagar los servicios públicosy en donde la mayoría delos países que conforman la Unión Europea la crisis sigue presente, no sonaría lógico que un continente con esa crisis terminal y profunda, pueda destinar, en cuanto estados, un volumen de inversión tal mientras no logra asegurar el bienestar de sus ciudadanos y, sobre todo, mantener dicha inversión en el tiempo y mucho menos en un país estimatizado, por propio esfuerzo y por el crédito de terceros intencionados. ¿El natural declive geológico de las reservas de Argentina era poco rentable para el tamaño de una empresa como Repsol? Sin ninguna duda, pero no para empresas de menor porte que pueden aún extraer petróleo y gas convencional obteniendo ganancias y desarrollando pozos que Repsol ya no producía. ¿Es Respsol el único culpable del estado energético de Argentina? Ni por asomo. El gobierno argentino propició y sustuvo la política energética. Desconocer esto, es abonar que la tragedia se convierta en farsa. ¿El estado Argentino tiene el capital para desarrollar y poner en funcionamiento las reservas no convencionales de energía que son la tercera más grande del muno?No. Liso y llano. Y esta es la pregunta, cree quién esto escribe, más importante que Argentina deberá resolver en el futuro de la nueva YPF y sobre todo lo deberá hacer con más innovación,
pragamatismo, inteligencia, profesionalismo que retórica vacía y liturgia militrante sobre todo ante las previsibles y lógicas reacciones de España que en algunos casos son un sobreacto de lo que ya estaba decidído.
La salida de Repsol de YPF, por las malas o por las buenas, de mejor o peor manera, era en algún punto inevitable y las inversiones a futuro a realizar en Argentina, eran insostenible para Repsol en términos de composición accionaria en España donde se sabe que energía en este momento histórico y siempre, es sinónimo de geopolíticay de la pesada; sobre todo en un mundo en el que se produce un barril de petróleo y se comnsumen tres.