Camaradas,
En Belgrado, la decisión del Príncipe Pablo de adherirse al Pacto Tripartito al lado de las Potencias del Eje ha desembocado en una crisis dentro del Gobierno Yugoslavo, con tres Ministros que han presentado su dimisión y un cuarto que ha amenazado con hacer otro tanto.
El Príncipe Pablo con el Führer durante una recepción diplomática en Berlín. Parece que a algunos de los Ministros del buen Pablo no les agrada la buena relación que mantiene el Regente con el hombre de momento en Europa: Adolf Hitler.
El Regente de Yugoslavia ha intentado rechazar las dimisiones, pero sus Ministros no han dado su brazo a torcer y no han querido aceptar bajo ninguna circunstancia que Alemania se convierta en su aliada ni que Yugoslavia permita el transporte de tropas alemanas a través de su red ferroviaria, la única cosa que del país balcánico desea el Führer.
Esta crisis en el seno del Gobierno yugoslavo amenaza con retrasar la firma de la adhesión Yugoslavia al Pacto Tripartito. Así, los plenipotenciarios yugoslavos que tenían previsto encontrarse hoy en Viena con el Führer han pospuesto su visita.
Durante la noche, en reunión de urgencia del Consejo de Ministros, se ha alcanzado un acuerdo con las siguientes disposiciones:
El Reino de Yugoslavia y sus vecinos. Contiene algunas imprecisiones. Así, donde pone "Austria", debería poner "Ostmark".
Primera. Yugoslavia se adherirá, en principio, al Pacto Tripartito. Un documento anejo al protocolo de la firma fijará, por una parte, las ventajas especiales que le serán concedidas y, por otra, los compromisos particulares que Yugoslavia asumirá, en las condiciones siguientes: Primera. Sus fronteras y su territorio serán garantizados por todos los signatarios del Pacto, incluso Bulgaria y Hungría, que renunciarán así a todas sus aspiraciones revisionistas contra ella.
Segunda. La inviolabilidad de sus fronteras, explícitamente reconocidas, no llevará consigo expresamente la garantía de ninguna fuerza armada extranjera que pasara por territorio yugoslavo ni siquiera a modo de tránsito.
Tercera. Yugoslavia, a diferencia de los otros firmantes del Pacto, quedaría exenta de las obligaciones de carácter militar del mismo, por ejemplo, de la asistencia mutua con las armas, de la participación en una acción militar común, etc.
Cuarta. Se compromete Yugoslavia que una vez terminado el conflicto actual, cuando se proceda a la organización de la nueva Europa, se tendrán en cuenta sus aspiraciones en lo que se refiere al acceso al mar Egeo. Como se sabe, Yugoslavia disponía hasta ahora del puerto franco de Salónica.
Quinta. A cambio de esto, Yugoslavia se compromete a dejar transitar por su territorio el material de guerra y los transportes de heridos, renunciando a l derecho de controlarlos o detenerlos en su ruta.
Sexta. Además, se compromete a reprimir toda influencia hostil al Eje en la vida interior yugoslava.
Séptima. Por último, Yugoslavia se esforzará por adaptar progresivamente su economía, y en especial su producción agrícola, al sistema económico del Reich.
El Príncipe Paul, su mujer la Princesa Olga y el Führer. Detrás, von Ribbentrop.
Se añade que la firma del nuevo instrumento diplomático se celebrará en Berlín, probablemente en la semana próxima, aprovechando la estancia en la capital del Reich del Ministro de Asuntos Exteriores japonés Matsuoka.
Por lo tanto, a pesar de las dificultades, sin duda inspiradas por una cierta corrupción judeo-masónica en el seno de su Gobierno que tedrá que ser atajada, el Eje podrá contar finalmente con un nuevo miembro.
Es lebe Yugoslavien!