Para estos últimos días de Mayo nos hemos dado el gusto de visitar un estado de la república al que ya le traíamos ganas. Habíamos escuchado buenas cosas del área y quisimos verle de cerca.
El estado de Tabasco se encuentra en el sureste de México y uno de sus puntos fuertes que ofrece como atracción para visitantes y residentes del lugar, es el estar cerca de la naturaleza por todas sus esquinas. Así es como pudimos constatarlo estos dos primeros días.
Nuestros primeros encuentros cercanos con la naturaleza los tuvimos en Yumka y los Pantanos de Centla.
Entrada a Yumka
Reserva Yumka’
Yumka, aunque similar a un zoológico, no se le podría definir de esa manera. Para entenderle mejor lo que es, sus fundadores lo definen de la siguiente manera:
Área natural protegida y clasificada como Reserva Ecológica en la modalidad de Centro de Interpretación de la Naturaleza creada con el propósito de que los visitantes valoren, a través de una experiencia recreativa y voluntaria, la importancia de la naturaleza y la necesidad de preservarla como patrimonio natural del cual somos herederos.
A la llegada, uno tiene la libertad de recorrer por cuenta propia la sección de orquídeas, tigres de bengala y el gran estanque de los manatíes. Luego, hacen llamado por el sonido local a que dará comienzo la siguiente parte, la que consiste de un recorrido a pie por la zona de selva, guiado por uno de los encargados del lugar. En él se ven distintos tipos de vegetación, algunas especies de mamíferos como pequeños primates, así como algunos felinos.
Luego del recorrido, viene la parte que a nuestro gusto es la más entretenida. Se trata de un recorrido por la zona de la sabana el cual se hace en un carro tipo “trenecito” y que también es guiado y narrado conforme se va pasando al lado de las casi 20 especies de animales con las que cuenta esa sección. Entre las que destacan las jirafas, elefantes, búfalos de agua, avestruces, rinocerontes blancos, y distintas especies de antílopes.
El trayecto se realiza de manera que uno puede disfrutar y ver de cerca a dichos animales, y da suficiente tiempo para tomar fotos y/o video.
Luego llevan al visitante a otra parte donde se encuentran los aviarios, herpetario (reptiles), e hipopótamos. Además de contar con un área de juegos infantiles y de actividades como canopying y tirolesas (costo extra) para los que gusten tomar parte.
La Zona de la Sabana
El costo de admisión es de 60 pesos ($5 USD aprox) y de 30 pesos para niños de 3-11 años de edad. Para más información puedes visitar su página web en www.yumka.org
Pantanos de Centla
La Reserva de la Biosfera de los Pantanos de Centla se localiza al noreste de la ciudad de Villahermosa a unos 120 km, algo así como una hora y media de trayecto en automóvil.
Se puede conocer de distintas formas, pero nosotros decidimos hacerlo a través del área conocida como la estación de servicios Muelle Tres Brazos. Sólo es cuestión de seguir los señalamientos y se llega al lugar sin problemas. Cuando se llega a las instalaciones, se encuentra la Casa del Agua, la cual es un centro informativo con todo lo que uno puede saber sobre el lugar.
Vida silvestre en los Pantanos de Centla
Pero si lo que quieres es tener la experiencia de cerca, es mejor hacerlo en un recorrido en lancha que ahí ofrecen. El costo es de 700 pesos ($53 USD aprox) por lancha, así que si van varios, se pueden repartir el costo del viaje el cual dura aproximadamente una hora y media. También hay que agregar un cargo de 28 pesos por persona para cubrir el pago de derechos de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT).
El conductor va explicando al visitante sobre la flora y fauna del lugar. La verdad es que nos sorprendió el conocimiento que Raúl (nuestro guía) tenía sobre todo lo que íbamos viendo. Decenas de tipos de plantas fueron las que nos mostró, así como la variedad de aves, tortugas y peces que habitan la zona pantanosa, incluso nos tocó ver algunos cocodrilos que intentaban esconderse pero que sí alcanzamos a divisar.
El guía nos lleva por los pantanos
Cuando íbamos ya de regreso al muelle de donde habíamos partido, nos agarró la lluvia en pleno Río Grijalva, y aunque bonito y refrescante el chubasco, es bueno ir preparado como nosotros lo hicimos al llevar nuestros ponchos y así no terminar empapados, o al menos que te vayas en traje de baño y no te quieras preocupar de ello.
Estos dos días de encuentros con la naturaleza del estado nos han gustado mucho. Han llenado expectativas y aún nos falta por conocer.