Revista Cultura y Ocio
A lo mejor la torpeza de captar tan mala imagen de la cubierta de este libro, con su flash y todo, le da cierta notoriedad o brillo. Lo merece. Julián Mesa sigue nutriéndonos con sus propuestas editoriales de libros de artista, en tiradas reducidas —esta de cien, con cuarenta y uno numerados— y siempre con la aportación para sus suscriptores de una obra original de quien publica. En esta ocasión ha sido el pintor vasco Fermín Moreno Martín (Bilbao, 1970). Por lo que sé, este artista tiende a formatos que sobrepasan lo convencional del interior de una sala y se abren al espacio exterior en el que se expresa un arte urbano colorista y sugerente. No sé cómo verá el autor su obra reducida al formato A4 de este ejemplar que incluye el original que se reproduce en las páginas 27 y 28. Supongo que será otra experiencia que enriquece la trayectoria de alguien de quien se ha dicho que «reflexiona sobre la pintura de manera práctica, a través de las relaciones de hibridación que se establecen con otras disciplinas artísticas, trabajando con la hipótesis de producir una expansión del medio que se vertebra en torno a la sedimentación pictórica, el feedback de la imagen de síntesis y la disposición instalativa». Yo no sé qué quiere decir esto que se dice en esta página; pero me dice bastante el conjunto reunido en estas páginas que ahora tengo. Y digo conjunto porque tiene razón Julián Mesa en su página de bienvenida, en la que testifica sobre el momento que vivimos de «pandémica lección» y aporta notas precisas sobre el autor, sobre el título —que obedece a la dirección (Zabala, 16) del estudio del pintor—, al advertir que Fermín Moreno Martín ha querido que no se entienda como una compilación de cuarenta piezas, sino que sea vista como un todo. Es así, pues hay una disposición argumental que sugiere reiteraciones estratégicamente situadas en el conjunto y parece como si hubiese una estructura del conjunto que añade significados. Es difícil explicar esto sin el apoyo de la imagen; pero es fácil decir que merece mucho la pena apoyar propuestas editoriales como las que lleva a cabo desde Badajoz Julián Mesa.