El amor más allá del tiempo #2 | 382pp
Gwen está hecha un lío… Gideon, su “compañero” de viajes en el tiempo la está volviendo completamente loca: tan pronto la besa apasionadamente como la ignora con desdén. Y es que nadie dijo que el amor a través del tiempo fuera una empresa fácil, ni mucho menos. Por suerte, Gwen tiene a su mejor amiga Leslie, a James, el fantasma del instituto, y a Xemenius, una gárgola bastante irreverente, para que le echen una mano en sus altibajos amorosos. Ah, y en lo de comportarse como la ahijada de un marqués o un duque del siglo XVIII… Porque desde que se ha convertido en la última viajera en el tiempo parece que estos son sus planes: asistir a una soirée en el año 1782, salvar el mundo y, sobre todo, no dar el cante. Así que ahora su vida consiste en aprender a bailar el minué (que no es nada sencillo) mientras decide lo que siente por el chico de sus sueños (que tampoco lo es).
Me subí en esta moderna máquina del tiempo en Rubí, donde descubrí una historia de amor enredosa con una ingeniosa protagonista y una trama aún más arrolladora. Los viajes en el tiempo gozan de buena fama en la historia de la literatura y el cine; nos hemos preparado para viajes en deloreans, junto a escritores de renombre como el clásico H. G. Wells, a través de misteriosos diarios de vida, lanzados al túnel del tiempo por ángeles o pociones malolientes y repugnantes… Pero todos estos métodos para saltar hacia el pasado y el futuro, nunca podrán parecerse a los brillantes zafiros y rubís que el “cronógrafo” de Kerstin Gier presume poseer.
Gwendolyn Sheperd ha descubierto que en sus genes viaja el misterioso gen de los viajes en el tiempo, una tradición que se remonta a varias dinastías de su árbol genealógico. De la noche a la mañana, su vida que era lo más normal del mundo, se ha transformado en una catastrófica sucesión de desdichas. Su prima, Charlotte, la que todo-lo-sabe, la odia profundamente porque se suponía que era ella, y no Gwendolyn, la torpe-e-inútil, la que poseía el don de viajar por el túnel del tiempo. Sin embargo, la madre de Gwen no había sido nada sincera con respecto a las circunstancias del nacimiento de la joven, y por su culpa, ahora Gwen, el rubí que andaban buscando Los Viajeros, está totalmente incapacitada para enfrentarse al mundo que se esconde siglos atrás de su época. Es por eso que, Gideon, su compañero de viajes (el diamante) y otros miembros de la logia secreta, se encargarán de guiarla y confundirla, mandándola a la vez a diferentes épocas, con diferentes vestidos, diferentes etiquetas sociales, confusas charlas políticas, soireés del siglos pasados y etc, etc, etc. Gwendolyn tiene la cabeza como un bombo y lo único que puede pensar –aparte de cómo mover el abanico o cómo evitar decir “chulo”, “alucinante”, “High School Musical”–, es en lo guapo y tremendamente sexy que luce Gideon con sus pantalones a media pierda. Aunque, cuando la besa tan suavemente, afirmándola con sus brazos, pierde por completo la cabeza y es incapaz de pensar en cualquier otra cosa que no sean sus dulces y frescos labios contra los suyos.
Empecé “Zafiro” meses después de haberme terminado “Rubí” y, he de reconocer que había perdido el hilo del asunto y me sentí realmente confundido con el prólogo del libro. Pero no temáis, enseguida me di cuenta de que todo corría como la seda y que, de nuevo, la fantástica pluma de la alemana Kerstin Gier me envolvía con facilidad, haciéndome sonreír con unos diálogos chispeantes y totalmente disparatados. Esta secuela comienza inmediatamente en el punto en el que quedamos en el primer libro, aunque precedida por un prólogo de Lucy y Paul, quienes descubren un terrible acontecimiento. Ya sabéis, el famoso “en el lugar equivocado, en el momento equivocado”. Cuando volvemos a los joviales ojos de Gwen, ya hemos recuperado el cariño que le teníamos en “Rubí” y conectamos inmediatamente con sus pensamientos, sus miedos y sus chorradas. Rápidamente conocemos a otro personaje clave en la historia que se nos presenta; su nombre, Xemerius, un daimon (o mejor, el espíritu de un daimon) convertido en gárgola que acompañará a nuestra protagonista durante la historia y quien será responsable de la mayor parte de nuestras risas. Podéis descubrir por vosotros mismos que este libro tiene un gran elenco de personajes, ganando el premio a “el más encantador”el par de enamorados protagonistas, y es que los dos son como el agua y el aceite pero se complementan mutuamente; no pueden vivir el uno sin el otro y eso es, qué queréis que os diga, muy tierno. Esto me lleva a comentaros que, gracias al cielo, el elemento romántico no es pasteloso ni rebuscado, no busquéis largas y emocionantes escenas de amor porque habrá pocas pero de gran calidad. Por otra parte, tengo que rescatar a algunos secundarios de la soirée a la que asisten nuestros viajeros pues me reí muchísimo con ellos; sin olvidar, por supuesto, al conde de Saint Germain, en este libro aún más misterioso y siniestro que en el anterior. Si algo podemos destacar de “Zafiro” es que sabe mantener el fuelle del primer libro y llevar al lector por una trama interesante, llena de cuestiones sin responder, obligándote a leer hasta el final para encontrarte con un desenlace igual de emocionante que el anterior. Os recomiendo que tengáis a mano “Esmeralda”, el último libro de la trilogía de “El amor más allá del tiempo” porque lo necesitaréis. Como guinda del pastel, resaltan muchísima cultura pop que la autora deja caer a lo largo de la historia: canciones de musicales como Cats o High School Musical; obras de teatro como Hamlet o Lord Chamberlain’s Men; referencias cineastas de la época dorada del cine con Doris Day y su película El hombre que sabía demasiado; y ya como costumbre, la autora deja caer el nombre de Madame Tussaud, quien resulta ser una célebre figura de la Historia, pues su trabajo (escultora de cera) la llevó hacia una fama que aun hoy sigue vigente (sin ir más lejos, el mayor museo de cera de Londres lleva su nombre). Y digo costumbre porque, debéis saber ya que el famoso Conde de Saint Germain existió en la vida real.
Podría seguir enumerando grandes pasiones que encontraréis en “Zafiro” pero también tenéis derecho a saber qué es lo que yo mejoraría de este tomo de la trilogía. Quiero ser breve pero directo y os diré que la novela transcurre en muy poco tiempo. Cuando empezamos Zafiro, Gwen y Gideon apenas se conocen de una semana, por lo tanto, permitidme que me queje de este flechazo tan repentino por parte de ambos y de ese amor por siglos de los siglos de los siglos que se juran. No me gustan los romances a la ligera y si tuviera que señalar uno de los grandes agujeros de esta trama, diría que justamente se centra en su débil y tórrido romance adolescente. Decir “estoy enamorado de ti” a una semana de conocerse no es “correcto” para mí. Tal vez si hubieran puesto un “me gustas” o un “tenemos una química explosiva” habría cuajado y calzado mejor en esta ocasión. El amor es algo profundo, queridos lectores y, os lo digo de corazón, no nace en una semana (y menos en estas circunstancias). Lo que sí puede nacer es una atracción, un coqueteo, una pasión (sabéis por dónde voy, ¿verdad?). El segundo y último punto que he de criticar es la falta de seriedad a la hora de construir una “excusa válida” para hacer que la “Alianza Florentina” esté enemistada por los siglos y los siglos con el conde Saint Germain. El motivo es tan absurdo y pueril… me esperaba algo totalmente diferente viniendo de la imaginación de Kerstin Gier.
Sin lugar a dudas, dentro del género juvenil, “Rubí” y “Zafiro” han sido dos grandes novelas que he leído y disfrutado este año 2011. Si tuviera que elegir, no sabría con cuál quedarme (tal vez me atreva cuando haya terminado la trilogía) y es que su autora ha apostado por dar la vuelta a la tortilla y crear unos personajes carismáticos e inolvidables que nos sacan sonrisas y risas por cada diálogo. Adiós, grandes pretensiones. Bienvenidos, sensatez y talento. Tal vez “Zafiro” no sea perfecto, pero dentro de lo imperfecto es una de las novelas juveniles más perfectas que he leído este año. Ahora queda esperar a que la película que se está gestando esté a la altura.
Si lo que queréis es vivir una aventura con riesgo, dosis de amor y, sobre todo, muchas risas, subiros a esta noria de secretos, viajes en el tiempo y soriées infernales.
Escritora alemana, Kerstin Gier es conocida por sus libros dedicados a la literatura infantil y juvenil, destacando por sus novelas para jóvenes adultos, con grandes dosis de romance y pensadas para un público femenino. Su obra es muy amplia en lengua alemana, siendo Rubí su novela más conocida a nivel internacional. En 2005 resultó ganadora de un premio DeLiA. [Fuente: Lecturalia]