Cuando termine la legislatura, no se volverá a presentar para la reelección de Presidente de Gobierno. Mejor dicho, no se presentará en las listas del PSOE para las elecciones generales, porque en buena lid, el presidente del gobierno, lo eligen las Cortes, y no los electores, que votan listas cerradas de partidos.
Han tenido razón los periodistas que anunciaban desde hace días, que en este 2 de abril, aprovechando la reunión, lo anunciaría. A bote pronto se me ocurren algunas cuestiones:
1) Pudo haber sido un buen presidente pero metió tanto la pata y tan profundamente, que los éxitos iniciales están tapados con creces. Un éxito a impulsar, 2 legislaturas en los cargos.
2) Ha sido excesivamente personalista, o individualista, en toda su gestión, tanto como Presidente del Gobierno como responsable del PSOE. Ejemplos hay en las dos esferas para aburrir.
3) Supongo que ahora se sentirá con mayor libertad para tomar decisiones, y probablemente veremos un Presidente más firme y suelto que el de estos 3 últimos años, así que podría aumentar su eficacia. Y su dureza.
4) No todos los errores son suyos, aunque el asuma su responsabilidad. El partido no debió permitir tanta decisión individualista, el partido, estuvo ciego y sordo y dormido durante demasiado tiempo. Nadie contaba otras opiniones, otras alternativas, los peligros que podrían aumentar, o las políticas que había que explicar.
5) Ha quedado patente la poca permeabilidad de este PSOE a mucha distancia del antiguo de González, Guerra. Poco fraguado en las batallas, los cargos y responsables perdieron la brújula de la participación desde hace mucho tiempo, perdieron el norte de relación con la sociedad para confrontar cual era la situación real antes incluso de terminar la legislatura anterior.
6) La parálisis del partido en los comienzos de la presente legislatura, ante la tremenda tormenta de la crisis española y de la crisis internacional, llama poderosamente la atención. Si cabían varias interpretaciones, ¿donde estaban?, porque solo se oyó la del ‘todo va bien’. Donde estaban sus responsables, asesores, líderes locales y barones, como fue posible mantener tan cerrado a la sociedad un partido que basa su poder, o que debe basar su poder, en grandes dosis de permeabilidad tanto interna como externa.
7) La falta de discurso, que además fuera serio y coherente en donde poder encajar las piezas de la actividad política ha sido escandaloso, no es solamente un error del Sr. Zapatero. Lo es de la cabecera del PSOE.
8) No, los graves problemas de España no son responsabilidad suya. Nunca (o casi nunca) los problemas colectivos de un país son provocados por un individuo.
9) La selección posterior de candidato/a, huele a cubrir el expediente de pasar la derrota de 2012, lo mejor posible, y proceder a reconstruir durante un tiempo el partido.
10) Evitar una grave derrota en 2.012, es también un objetivo deseable. No es lo mismo perder, que hacerlo por goleada, permitiendo una mayoría absoluta del PP en las locales, autonómicas y generales.
11) Son muchas las opiniones que quedan en el tintero que iremos desgranando. Ustedes lectores conocen mi opinión de que esto se parece más al fin de un ciclo, o de una etapa social de España, que al simple cambio de líder del PSOE. La izquierda española (no solo el PSOE) entró en crisis con la crisis, o ya lo estaba antes, en cualquier caso está siendo arrastrada por ella y veremos cómo, cuándo y de qué forma se recupera.