Zapatero en estado de gracia

Zapatero con su habitual oportunidad, ayer se paseó por la bella Italia montado en su caballo de la contrarreforma laboral.

Mientras la patronal ha vencido a los sindicatos con ayuda de este gobierno pacato y neoliberal, Zapatero paseaba su orgullo patriotero por las Italias de Benedicto y de Silvio. Dos grandes figuras que pasarán a la historia como salvadores del mundo.

Primero fue a tranquilizar al Papa –que el pobrecillo debido al mal trato que recibe su Iglesia en España, está muy preocupado—, al que le dijo que no se preocupara que los recortes no iban a tocar los dineros que regalamos a la Iglesia, ¡faltaría más!

Una vez que acabó en el Vaticano, el Papa le concedió media horita, se fue a ver a Il Cavaliere, hombre honesto y cabal como todo el mundo sabe, para felicitarle en el día que éste ha aprobado la ley mordaza. Una ley que recorta la libertad de expresión, una vez más, en beneficio de D. Silvio y sus empresas, y que ha levantado en armas, de nuevo, a la oposición.

Pero ahí estaba el apuesto caballero Zapatero montado en su Rocinante particular, viendo gigantes, recibiendo los piropos de este gran mandatario que es Berlusconi. Y éste le encontró, como no podía ser de otra manera: como un santo, en estado de gracia.

Y todos felices, el Papa tranquilizado porque las tijeras no van a llegar a las cuentas de la Iglesia y Berlusconi contento porque en el día que ha aprobado una ley indecente, vergonzosa y en contra del derecho de libertad de expresión y opinión, ha podido hacerse la foto con el Presidente de turno europeo y con un Presidente socialista que ha seguido, y va a seguir haciéndolo, los mandatos de “los mercados”.

Un día glorioso, y es que sin duda Zapatero, siempre tan oportuno, en vez de en el estado de Italia, estuvo en estado de gracia. Amén.

Salud y República