Una vez más, y van no sé cuántas, el gobierno de Zapatero prohibe por decreto. A las seis de la mañana del lunes 7 de marzo, comienza la prohibición de circular por autovías y autopistas a más de 110 km/h. Dice el gobierno que es transitorio para disminuir el consumo de carburantes y propiciar el aorro energético, pero resulta que no habrá retirada de puntos como cuando el límite era de 120 km/h, sino sanción económica únicamente.
Cualquiera sabe que la gente que quiere disminuir el consumo ya está disminuyendo la velocidad media de su vehículo, y que la gente que corre lo seguirá haciendo, con límite a 110, a 120 ó 200 km/h. ¿Qué más da? He escuchado opinar, no ya a políticos, sino a asociaciones de conductores, ciudadanos de a pie, sindicatos y asociaciones de la Guardia Civil, y todos coinciden en lo mismo: esta medida no va a solucionar los problemas de consumo energético, pero sí aumentará la recaudación en multas. Y es que la "saca" está vacía después de los dispendios de este gobierno, y hay que llenarlas como sea. A partir de mañana, yo seguiré yendo en transporte público, tardaré más tiempo en llegar a casa porque la disminución del límite de velicidad hará que los atascos de entrada a Madrid se produzcan antes y a mayor distancia. Llegaré a casa probablemente media hora más tarde de lo habitual, y en lugar de tres horas de viaje entre ida y vuelta, serán cerca de cuatro. Eso sí, estaré agradecido al gobierno por dos cosas: España gastará un poquitín menos de energía y yo leeré más en los interminables viajes de casa al trabajo y del trabajo a casa...