La Alianza de Civilizaciones zapateril, creada para facilitar la relación entre los países medievales y el mundo civilizado, no contó con la presencia de su impulsor en diferentes ediciones, quien ofreció diferentes disculpas para justificar su ausencia de tales eventos internacionales y envió a otros representantes, entre ellos, el Sr. Moratinos, antes de que las lágrimas empañasen su rostro. Ahora parece ser que el toca el turno a Chaves, D. Manuel, que aprovechará para alejarse un poco de la cuestión de MATSA, EREs y otras menudencias propias de su paso por el poder.
En esta ocasión, a poco más de una semana para abandonar definitivamente su cargo, ninguna excusa ha llegado desde Presidencia para justificar su ausencia en la cuarta edición de la «Alianza de Civilizaciones». Habrá que ver si en la siguiente edición, y ya sin ninguna labor que le impida ir, Zapatero acudirá al que fue su proyecto más personal como presidente en estos ocho años de gobierno.
Cuando se instale en la urbanización de Somosaguas, tendrá tiempo D. José Luis a entregar todo su talante en esta empresa y aprovechar, de paso, a ser el presidente de su comunidad de propietarios; estoy seguro de que lo hará bien, porque fue la manera como guió el rumbo de un país del primer mundo durante los últimos siete años.
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