Revista Sociedad
Desde los aledaños de la Plaza de la SOLución, observando el movimiento cívico, pacífico y democrático que recorre el país como un viento que refresca el aire viciado de la democracia, asistiendo trémulas a las asambleas ciudadanas, en dónde todo el mundo que quiere puede hablar, en dónde el respeto se procesa y en dónde lo que nos une es muchisimo más que lo que nos separa, viendo emocionadas el ejemplo que el pueblo español está dando al mundo.
Imposible describir el ambiente, la organización, el respeto, el ejemplo, el sentimiento de que esta vez si se puede, hoy escribo con el corazón en Sol, y con el cuerpo en Bulgaria, comenzando un programa de intercambio europeo llamado esperanza observando cómo todo el mundo nos mira y nos toma como ejemplo, viendo como España una vez más se convierte en ejemplo a seguir.
La plaza de Sol, y todas las plazas de España hoy más que nunca son las plazas de toda la humanidad, como lo fueron antes Taskim, y el resto de plazas árabes e Islandesas, en donde el pueblo pide una vez más un mundo más justo, y más fraterno.