Zapatos de gusto cuestionable

Hola! La segunda entrega de la semana está dedicada a una de las grandes pasiones de las mujeres: los zapatos.
En lugar de mostraros parecidos razonables con animales de la jungla, peluches, dinosaurios, sirenas o dibujos de videojuegos, voy a hablar de una única categoría en temas de calzado: los zapatos de gusto cuestionable.

Y con esta clasificación me refiero a los zapatos que tú ves ideales, pero el resto no, y que podemos ver en conversaciones de la vida corriente como estos ejemplos:
 "¿Vas a salir a la calle con las zapatillas de andar por casa?” “¡No! son mis bailarinas print animal de leopardo”
"¿Por qué te disfrazas de Drac Queen?” "No voy disfrazada, esto son mis botines nuevos de plataforma"
“¿Cuánto te has gastado en esas botas que parecen peluches?" “Lo suficiente para ir a gusto, gracias”

Una vez me dijeron que traía mala suerte regalar zapatos. Sé que es una superstición tonta y antigua. Pero, a mí no me importa, no creo en ellas, así que me podéis regalar todos los zapatos que queráis talla 38. No lo olvidéis.

Pero sigamos adelante. Vamos a echar un vistazo a cinco de los mejores zapatos que a mi me gustan y pueden tener su gracia, y el sexo masculino para nada entiende:
Zapatos de cordones de Miu Miu: 1.690€
Aquí, mi marido diría “tú no eres una colegiala heavy”. Ay querido, lo que no sabes es que tengo alma rockera.



Botín glitter de Zara: 29,95€
Ya no voy a discotecas, pero el espíritu de Studio 54 se ha apoderado de mí.
Botines de piel de Gianvito Rossi: 1.195€
Antes muerta que sencilla; y aunque parezca que solo sirvan para calentar los pies, también nos servirán para ir a la moda après-ski.

Zapatos de charol de Maison Margiela: 770€
Dicen que no se puede juzgar a una persona hasta que no andes con ella un kilómetro. No se si este modelo me dejará andar tanto; pero si lo tuviera no me lo quitaría ni en casa!
Botines de Fendi vía Yoox: 452€
Estos botines bicolor no tienen un precio tan desorbitado, ¿verdad?
Conclusión: Creo que mi marido sería más feliz si fuéramos Los Picapiedra y no lleváramos zapatos.
Hasta mañana!
Imagen superior vía Guiuseppe Zanotti