Hace poco por twitter y las diversas redes sociales corría una imagen en la que se relacionaba fotos de Cándido Méndez, secretario general de la UGT, con modelos de relojes de marca Rolex y que suponían una colección de relojes de lujo.
Teniendo en cuenta que cada uno hace lo que quiere con su dinero (excepto los sindicalistas que no pueden ni tomar unas cañas) y que Cándido Méndez ha explicado en Rolling Stone que su sueldo, para ser el responsable de una organización de más de 1.200.000 afiliados y que representa casi a la mitad de los trabajadores que votan en las elecciones sindicales (CCOO y UGT reciben más de 12.000.000 de votos de los trabajadores), es bastante modesto (directivos de empresas de tamaño pequeño y medio cobran muchísimo más). Podría ser posible que el secretario general de la UGT haya podido ahorrar para tener un reloj caro al cabo de algunos años.
También se ha comentado bastante que Cándido Méndez es habitual del restaurante del lujo Villa Magna, y que vive una vida opípara y de despilfarro indigna de un sindicalista.
Algo parecido a los que hablan de las vacaciones “de lujo” de Toxo, que luego resultaron ser de lo más asequibles, estas afirmaciones no dejan de ser un bluf.
En la siguiente entrevista del Intermedio, Cándido explica estos dos temas, ni el reloj es un Rolex, sino que es uno de una marca mucho más modesta y un regalo de un sindicato italiano, ni ha cenado nunca en el restaurante Villa Magna (y de hecho tiene una carta firmada por los maitres del restaurante indicando que nunca han visto a Cándido Méndez en el restaurante).
En el fondo, todo esto, es como ya ocurrió de cara a la huelga general del 29S del 2010, una estrategia mediática para que se hable de la vida de los sindicalistas y no de la reforma laboral. Que no me cansaré de recordar, que es terrible.
Os dejo la entrevista: