Dios del cielo y el soberano de los dioses olímpicos. Zeus (también era llamado Júpiter por los romanos) corresponde al dios romano Júpiter. Según el poeta Homero, se consideraba a Zeus como padre de los dioses y de los mortales. Zeus no fue el creador de los dioses y de los hombres; símplemente era padre en un sentido protector y soberano, de la familia olímpica y de la raza humana.
Se le conocía como el Señor del cielo, dios de la lluvia y acumulador de nubes, que blandía el terrible rayo. Su arma principal era la égida, su árbol, el roble, su ave, el águila.
El presidía a los dioses en el monte Olimpo, en Tesalia. Sus templos principales estaban en Dódona, en el Epiro, la tierra del templo más antiguo (famoso por su oráculo) y de los robles, y en Olimpia, donde se celebraban los juegos olímpicos cada cuatro años en su honor. Los juegos de Nemea, al noroeste de Argos, también estaban dedicados a Zeus.
Zeus fue el hijo menor del titán Cronos y de la titánida Rea, además hermano de las divinidades Hestia, Hades, Poseidón, Hera y Démeter.
Según uno de los antiguos mitos sobre el nacimiento de Zeus, Cronos, temiendo ser destronado por alguno de sus hijos, se los comia cuando nacían. Cuando nació Zeus, Rea envolvió una piedra con pañales para engañar a Cronos y ocultó al dios niño (Zeus) en Creta, donde se alimentó con la leche de la cabra Amaltea y lo criaron unas ninfas.
Al llegar a la edad adulta, Zeus obligó a Cronos a regurgitar a los hijos que había devorado en orden inverso al que los había tragado: primero la piedra, que se le dejó a Pitón bajo las cañadas del Parnaso como una señal a los hombres mortales, el Ónfalos, y después al resto. En varias versiones, Metis le dio a Crono un emético para obligarle a vomitar a esos bebés, y en otras Zeus abrió el estómago de Cronos. Entonces Zeus liberó a los hermanos de Crono, los Hecatónquiros, los Cíclopes y a los Gigantes, de su mazmorra en el Tártaro y mató a su guardiana, Campe. Como agradecimiento, los Cíclopes le dieron el rayo, el relámpago y el trueno, que habían sido previamente escondidos por Gea.
En la Titanomaquia (la guerra de los titanes contra los olímpicos), Zeus y sus hermanos y hermanas junto con los Cíclopes, Gigantes y Hecatónquiros, lucharon y destronaron a Cronos y a los otros Titanes, los cuales fueron encerrados en el Tártaro, un lugar lúgubre, húmedo, frío y neblinoso en las profundidades de la Tierra. Irónicamente, Zeus también encarceló allí a los Hecatónquiros y los Cíclopes.
Después de la batalla con los Titanes, Zeus se repartió el mundo con sus hermanos mayores, Hades y Poseidón, echándoselo a suertes: Zeus consiguió el cielo y el aire, Poseidón las aguas, y finalmente Hades el mundo de los muertos (el inframundo). La antigua tierra, Gea, no podía ser reclamada y quedó bajo el dominio de los tres según sus capacidades, lo que explica por qué Poseidón era el dios de los terremotos y Hades reclamaba a los humanos que morían.
Gea estaba resentida por cómo Zeus había tratado a los Titanes, porque eran sus hijos. Poco después de subir al trono como rey de los dioses, Zeus tuvo que luchar con otros hijos de Gea, los monstruos Tifón y Equidna. Zeus derrotó a Tifón atrapándole bajo una montaña, pero dejó a Equidna y a sus hijos con vida como desafío para futuros héroes.
Zeus era hermano y marido de Hera, con quien tuvo a Hefesto, Ilitía, Hebe y Ares. Zeus es famoso por sus aventuras extramatrimoniales con muchas mujeres mortales -entre las que destacan Sémele, Ío, Europa y Leda- y ninfas, de las que nacieron los fundadores de muchas dinastías helénicas. La mitografía olímpica recoge incluso uniones con las diosas Deméter, Latona, Dione y Maya.
Los mitos muestran a una Hera muy celosa de estas conquistas amorosas, y enemiga sistemática de todas las amantes de Zeus y de los hijos que tenían con él (como lo comprobaría el gran Heracles). Durante un tiempo, una ninfa llamada Eco tuvo el trabajo de distraer a Hera de estas aventuras hablándole incesantemente. Cuando Hera descubrió el engaño, maldijo a Eco a pronunciar sólo las palabras de los demás.
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Si lo griegos pudieron inventarse historias tan buenas en base a su imaginación, piensa por un momento a lo largo de la historia como los seres humanos al estilo de Hollywood y George Lucas (Star Wars), lograron inventar tantos mitos, los egipcios, mayas, esenios, hebreos, judíos, chinos, cristianos, musulmanes, hindúes, etc., si se pueden dar cuenta la única diferencia entre nuestra ciencia ficción en el cine y las creencias religiosas, es el hecho de dramatizar la historia y presentarla al publico por medio de un vídeo, en el pasado solo lo pudieron dejar por escrito o plasmado en las rocas sus novelas y cuentos de hadas.
Lo que sigo sin entender es el hecho de como hoy en día muchos no pueden aceptar que el cristianismo también es un conjunto de historias mitológicas. Desde que observo a un niño jugando puedo ver como su imaginación va mas allá de lo que pensamos que es posible y real. Todos sabemos que el ser humano tiene la capacidad de imaginar, pero los problemas resultan cuando los seres humanos llegan a creer que el producto de su imaginación es algo real.